1. Una madre infiel, muchas ventajas en casa


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... durmiendo en el sofá de la sala. Había una botella de vino casi por terminar, dos copas con restos de aquella bebida. Es aquí donde ya empiezo a notar cosas raras, en esta ocasión, observé que estaba casi desnuda. Su vestido blanco tirado por el suelo, ella tapada con una manta que solo le cubría parte del cuerpo. Estaba de lado, dejando ver su espalda, sujetador no llevaba en aquel momento.
    
    Solo llevaba unas bragas de color azul, no eran muy grandes, eran de un encaje muy detallado, normalmente veo todo el tipo de ropa interior que ella usa, estas no se las había visto hasta ahora. Deje que descansara un poco, subí a mi habitación para dejar mis cosas. A lo mejor dentro de un rato se despertaría y me llamaría para cenar. Ya que no se daba ese momento, baje yo por mí cena, ella seguía descansando plácidamente, pensé que a lo mejor el vino la habría mareado, por eso no se levantaba. Yo me prepare la cena, la metí al microondas y luego de eso, cene en la mesita de la cocina.
    
    Al terminar de cenar, y tirar los desperdicios al tacho de basura, descubro algo que llamo mucho mi atención. Había una bolsa grande de papel, que obstaculizaba la tapa del tacho, seguro que ella la dejaría. Saque esa cosa para poder meter las sobras que había dejado de mi cena, una curiosidad me hizo ver que contenía dentro. Era una bolsa de una tienda de ropa, dentro habían unos empaques de plástico, claramente eran los empaques de unas bragas. Pensé en ese momento en las bragas azules que ella llevaba puestas ¡estaba luciendo bragas! Pero habían dos empaques más, eso suponía, que había comprado más de estas.
    
    Nada de que sorprenderme hasta ese momento, para esto, ya se había despertado. Ella había oído ruidos en la cocina ¿hijo eres tú? Si, aquí estoy. Mire que estaba colocándose el vestido, vi como se lo acomodaba, se lo estaba metiendo de arriba hacia abajo. Dejo caer esa tela sobre su cuerpo, se le notaban los pechos. En aquel momento no llevaba sujetador que los cubriesen, note aquellos pechos balancearse por dentro del vestido, yo observaba desde la cocina. Esto no era normal en su rutina. Venía arrastrando unos zapatos negros, un poco cansada, supongo yo por la siesta que se habría echado en el sofá.
    
    Ella con una copa en mano, se acercó hasta donde yo estaba, me saludo con un beso en la mejilla, aun le quedaba algo de sueño en su expresión. Me di cuenta que solo había traído una copa, la que inmediatamente enjuago y coloco en su sitio. Le pregunte si todo estaba bien, como le había ido la tarde, si habría podido descansar en el sofá. Sus respuestas eran muy efusivas, se sentía bien, había ido de compras con una amiga, a la que no veía hace mucho tiempo. No había preparado nada de comer, ya que sabía que yo llegaría hasta la noche, ella había comido fuera, y al llegar a casa un poco agotada por recorrer varios almacenes, se había quedado dormida en el sofá.
    
    No tenía por qué desconfiar de lo que me decía, yo la veía muy bien. Se notaba muy calmada en sus ...
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