1. Amos y putitas, parte 4.


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: phillipprince, Fuente: SexoSinTabues30

    ... deseada. Cuando ya me tenía como quería me la metió de una. Creo que del dolor me desmayé. Solo recuerdo como si me estuvieran acuchillando el culo y nada más. Luego me despertó un fuerte golpe en la boca.
    
    –puta, que te pasó? Pensé que te había matado o algo así.
    
    Traté de explicar que era la primer gran verga que me comía y que no estaba preparado, pero la voz no me salía. Algo caliente rodaba por mis piernas, cuando me llevé el dedo para ver, noté que era sangre. Me asusté mucho a lo que Alberto respondió: “no te preocupes, eso les suele pasar a las putas como vos cuando se comen una verga de este tamaño”, “voy a llamar a tu amigo”.
    
    –hola, que hubo mariquita.
    
    –hola, Alberto, ya acabaron? Tan rápido.
    
    –No jodás, tu amigo no aguanta nada. Se me desmayó y está sangrando como una puerca.
    
    –pero te dije que le hagas despacio, la tuya es la segunda verga que prueba y la otra es mucho más pequeña.
    
    –pensé que era como vos, que te hacés la cerrada cuando todos sabemos que si por vos fuera te comerías hasta los huevos.
    
    Furioso canceló la llamada y entró al baño. Se vistió rápidamente y de un portazo salió de la habitación.
    
    Al rato llegó mi amigo Felipe a la casa.
    
    –hola, Dani, ¿cómo estás? Me preguntó. –perdona por dejarte con ese bruto, me dijo acariciando mi rostro y dándome un beso en la boca.
    
    –por eso no me he comido más hombres, terminó Danielito. Ese día Alberto me hizo sufrir mucho. Pero tu realmente me encantas y sé que no me harás daño, me dijo mirándome con lujuria.
    
    –y tu amigo será que tiene la casa disponible?
    
    –para? ¿Quieres cogértelo a él? Dijo celoso.
    
    –para invitar a un amigo y bolearles verga a ustedes dos. Igual acá no tengo ni lubricantes, ni anestesia, y la vas a necesitar. Mi verga es mucho más grande que la de ese Alberto.
    
    –está bien, dijo Daniel y de inmediato llamó a Felipito.
    
    –hola, amigo, ¿cómo estás? Es que hay dos chicos que nos quieren coger, son realmente lindos y vergudos como a vos te gustan. ¿Será que podemos ir a tu casa?
    
    –dale, de una, a qué hora llegan?
    
    –pasámelo, dijo Alejandro. Le pasé el celular y él continuó hablando con mi amigo.
    
    –hola puta, como andás? Soy uno de los machos que te vas a comer hoy. Mirá, sé que te gusta travestirte, ¡no me interrumpás! Lo sé y punto. Mi amigo es hetero y no le gustan estas pendejadas, así que quiero que te coloques lo más hembra que podás, y nos recibas así en tu casa para calentarlo. ¿OK? Nos vemos a las siete en punto.
    
    –está bien señor, dijo Felipito con voz temerosa. –haré lo que usted me ordene.
    
    Listo, a este puto ya lo tengo comiendo de mi mano. Vos andá preparándote, me dijo. Si querés andá un poco antes a lo de tu amigo, para que te preste las cosas para limpiarte y lubricarte, que yo les llego a las siete.
    
    Cuando iba saliendo escuché que le decía a su amigo por celular que tenía un par de putas que estaban ansiosas de verga. 
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