1. Mi nuevo amante.


    Fecha: 15/01/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... vientre, pensé que lo haría más tarde, me vestí con un shorts de esos amplios como falda y una remera, dejé mis tetas libres ya que me encanta el roce de mis pezones con el género de mi camiseta.
    
    Por el momento mi cuquita estaba satisfecha y servida, me dediqué a mi trabajo y Brandy se acomodó sobre la colchoneta que le había preparado y dormía a pata suelta, de vez en cuando lo escuchaba dar unos ladridos de cachorrito y movía sus patas, seguramente soñaba de estar jugando en algún parque, me sonreí en pensar que ellos también sueñan.
    
    La jornada paso volando, le di de comer a mi compañero, me serví unos bocadillos y me fui a la cama con un vaso de leche tibia, me encanta dormir desnuda, así fue como me acosté, me puse a leer un libro en mi Tablet sobre temáticas que me servían en la traducción de otros textos, me bebi un sorbo de leche y Brandy se subió a mi cama, estaba super perfumado así que le dejé que se acurrucara a mi lado, además, se sentía agradable su tibio pelaje en mi piel, me enderecé a beber otro poco de leche, Brandy me dio un lengüetazo en mis labios, esto me hizo recordar lo de la vasca, inmediatamente bebi otro poco de leche dejándome un poco en los labios, rápidamente Brandy recorrió mis labios con su lengua limpiando toda la leche, entonces maliciosamente metí los dedos en el vaso y deje caer unas gotitas en mis tetas, Brandy se levantó y comenzó a lamer mis pezones, ¡Oh, Dios mío! Se sentía tan rico que seguí haciéndolo hasta que mis pezones quedaron duros como el acero, me vertí unas gotitas en mi vientre y el hurgueteó en mi ombligo rescatando la leche derramada.
    
    Remojé bien mis dedos en el vaso y me bañé mi cuquita con leche, Brandy no perdió tiempo en girarse a beber directamente de mi néctar, su lengua raspó mi pelvis, mi monte de venus y la fisura fina de mi conchita sacudiendo mi clítoris adormecido, casi grité de placer, el aroma de mis jugos lo hacía enloquecer, enterró su hocico una y otra vez, hasta que metió su lengua larga, caliente y engurruñada en mi vagina, creí morir, lo deseaba, lo quería que se metiera entero por mi chocho, levanté mis piernas y me entregué al lascivo placer que me daba esa lengua serpentina, parecía una culebra que se adentraba en una madriguera, me estaba haciendo gozar y un potentísimo orgasmo me estremeció de cabo a rabo, casi con los ojos nublados estiré mi mano y aferré su verga gruesa y resbalosa, era enorme, rojo y llenos de delgadas venitas, una fuerte sensación se apoderó de mí, lo quería en mi chochito, mis tetas me hormigueaban y apretaba mis muslos gozando aún de las maravillosas sensaciones de mi orgasmo.
    
    Me levanté y busqué una medias de lana para cubrir sus zampas de largas uñas, luego me puse en cuatro y comencé a restregarme la conchita, fue una cosa sorpresiva, de un momento solo, me montó y quedé perpleja sintiendo que su pene había encontrado mi boquete vaginal y forzaba mi vagina, su pene comenzó como a inflarse dentro de mí, me llenaba todita, las ...
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