1. Soy hetero y este fue mi primer rabo


    Fecha: 09/04/2019, Categorías: Gays Autor: keko, Fuente: SexoSinTabues30

    ... correrse..
    
    A los pocos meses, en una de esas pajas conjuntas en el baño de mi casa, con nuestros padres en el salón, sentí el impulso absurdo de contestarle y de bajarle de su nube de flipao.
    
    Ernesto era el tipico que se pajeaba crecido, en plan «oh si baby» o comentarios del tipo «esque mira que polla tengo chaval» y cuando iba a correrse acercándose al lavabo se encorbaba sin verguenza alguna y descolgaba su espalda hacia atrás poniendo perdida la grifería y el lavabo de espeso semen de un color blanco perla que chorreaba..Yo jamás pude apartar los ojos de su polla cuando se corría, por
    
    Y en uno de sus comentarios le dije «pero quien va a querer chupártela a ti chaval» , no sé porqué lo hice simplemente lo dije, y el paró de masturbarse y me miró, durante quizá un segundo o dos que para mi fueron un silencio eterno, me miró. Y lo que debió ver es mi cara roja, mis ojos fijados en su pene, y que yo seguía masturbándome.
    
    En ese momento lo supo, de alguna manera que una parte de mi que ni controlaba le estaba retando, que quería chuparle esa polla tiesa y tremenda.
    
    Se giró hacia mi y sin atreverse a acercarse me preguntó; ¿quieres chuparmela tú?
    
    Yo balbuceée. La parte serena de mi sabía que siempre al correrme me sentia culpable de pensar aquellas cosas, pero que cachondo perdía el control imaginando y estaba perdiéndolo en esa extraña situación con mi amigo.
    
    Mi amigo se acercó con la polla en la mano y me la acercó a la cara, yo, sentado en el retrete en mi habitual sitio de paja en equipo, no pude moverme, no giré la cara no hice nada. Me mantuve quieto, tieso como ante un animal extraño o peligroso. La polla de mi amigo a cuanto? 10 centímetros de mi cara? 5? podía olérsela, sin mover la cabeza mis ojos se alojaron en las cuencas inferiores queriendo verla. Las dos partes de mi luchando, una bloqueando los impulsos en previsión y la otra parte tratando de hacerme avanzar.
    
    Ernesto me había pillado y era el típico que conseguía lo que se propusiera, por insistencia. Siguíó cerca mío y me dijo si lo estás deseando. Como si el trance le hubiera alcanzado a él también, su tono burlón se había vuelto susurrante y algo por dentro me devoraba.
    
    El calor de mi cara, el palpitar de mi pecho, me costaba hasta que me entrara el aire al respirar, pero noté que mi rabo estaba más tieso que en toda mi vida, hasta el punto (podéis creerme) de llegar a dolerme.
    
    él en esa actitud chulesca que mantenía, pantalón y calzoncillo a los tobillos y camiseta remangada con su mano en la espalda, con la otra movía y meneaba su polla a centímetros y milímetros de mi nariz y de mi boca.
    
    Y sin pensarlo la apoyó en mis labios. la apoyó y la separó, volvió a apoyarla y la frotó suavemente contra mis labios que se abrieron, como un mejillón en limón.
    
    la boca sin llegar a una apertura generosa ni glotona, se entreabría como durante una rendición. Lento pero segura y su pene comenzó a entrarme en la boca.
    
    No podía creerlo, estaba metiéndose ...