1. Sobre como el perro del vecino me empezó a romper el orto


    Fecha: 17/12/2019, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... acto me lo engullí todo. Amo chupar pijas de perro. Mamé su pija todo el rato que duró aquello, y por supuesto probé y tragué su semen. Bueno, no me quiero ir por las ramas y quiero ir al punto de mi relato, que es contarles lo que sucedió en esos días. Al confirmar el tamaño de su nudo, como preveía, era la medida justa para caber en mi ano. Debo decir que el primer anudamiento con Panchi fue vaginal. Pero el segundo, al otro día, ese sí fue anal, y fue una maravilla. Oh, que hermoso fue eso, su nudo estaba hecho para mi flor, la abarcaba toda y yo sentía cómo las paredes rectales latían con el nudo acabándome adentro y llenándome de su leche. Nudo y ano se merecían uno al otro.
    
    Desde aquella vez Panchi y yo nos anudamos exclusivamente de forma anal, ya que mi concha es propiedad de Tom. Con la pija de Panchi he vuelto a mis orígenes, el bestialismo, solo puro sexo animal y bestial sin miramientos de ningún tipo. Es cierto, me dan los dos juntos, y me tengo por bien atada; con Tom hago el amor y tengo sexo, y con Panchi me desboco sexualmente en una desfloración sistemática. Hasta Tom algunas veces me desconoce, de ver a su ama tan terriblemente puta desconocida y desfigurada. Soy una yonqui de pijas de perros. Irrecuperable. Pero bueno, es lo que hay chicos, y ellos lo piden y yo lo doy.
    
    Tal como les cuento, así es. Panchi se escapa de su dueño y se viene a casa para su polvo diario, esto es, para hacer efectivo su propiedad y posesión sobre mi ano. Y yo le dejo abierta la puerta de entrada y más abierta la puerta del fondo. Gastón no sospecha nada, cree que su perro se encariño con mi casa y por eso lo deja venir, y ya ni pregunta. Como sabe que amo a los perros y aquí a Panchi se lo trata bien, y demasiado bien diría yo, cosa que ni sospecha, es que el animal se pasa más tiempo aquí, su nueva casa que en la de su amo. Vamos, que me lo paga y bien dado. Me lo quiero culiar a Gastón, y sólo entonces, tal vez, le diga mi secreto. Pero eso ya es otro asunto (o tal vez él ya lo intuye, no lo sé).
    
    Amigos, gracias por leerme, y como les digo, soy Ruth, argentina, y mi ano tiene ganas de la pija de Panchi, mi flor tiene hambre de nudo, y mi rosa de anudarse todos los días. Atada, siempre bien atada, como una se merece.
    
    Aclaración: Soy MartinReisa y esta historia me la contó una amiga virtual de la que voy a preservar su nombre. Ella sabe que soy escritor (había leído las palabras de mi perfil), y me contó su historia, porque nos hemos hecho buenos amigos virtuales, y luego me pidió que lo escriba. Por eso está escrito “literariamente” por mí. 
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