1. Sobre como el perro del vecino me empezó a romper el orto


    Fecha: 17/12/2019, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ano, me lastimaría si hago que crezca adentro. O, se me ocurre, para decirlo poéticamente, su nudo es demasiado grande para mi flor. Es por eso que ya hace tiempo vengo dando vueltas a la idea de traer otro perrito a casa, otro hermanito más chiquito, un bebe, que sea un nuevo integrante de la familia que hacemos con Tom.
    
    Pero, hete aquí que ocurrió lo inesperado. El vecino que vive pegado a mi casa, mi vecino Gastón, un chico de unos cuarenta y tantos, que está bueno y tengo ganas de tirármelo; bueno este vecino, resulta que tiene un perrito cuzco, como les decimos por estos lares, es decir, un perrito entre chico y mediano; con lo que mis presunciones sobre el tamaño de su nudo resultaron efectivamente ciertas cuando empecé a notarlo y a mirarlo de otra forma. Quiero decir cuando entró en mi radar de esa forma. Lo confirmé cuando tuve la oportunidad de estar a solas con el chiquitín. Por cierto que se llama Pancho y su dueño le dice Panchito. El caso es que un fin de semana en que Gastón tuvo que viajar de forma urgente por un asunto familiar, me dejó a Panchito por unos cuantos días, con lo que estuvimos solos los tres en casa con Panchi -como lo llamo yo- como invitado de honor. Lo que en principio eran tres días, o sea un finde, viernes, sábado y domingo, se extendió a siete días, porque Gastón recién regresó a la otra semana. Así que se imaginarán, mis queridos lectores, lo que fue aquello, siete días de puro sexo con Tom y Panchi, por lo que me pedí unos días de licencia en mi trabajo para no desaprovechar la gran oportunidad que se me daba. Demás está decir que cogimos como locos todos los días por toda la casa, no quedó rincón en donde no lo hiciéramos. Lo que quiero contarles aquí es que ya el primer día totalmente emocionada (porque sabía lo que se venía), cuando se cerró la puerta principal y Gastón se fue y nos dejó a Panchi, me dirigí a mimarlo y a acariciarlo para darle la bienvenida a casa, y estando en eso y totalmente mojada, no pude con mi genio, y mi mano primero, y las dos juntas después se extendieron a sus bolas a magrearlo suavemente. Oh… fue hermoso hacerlo así con un perro nuevo, apenas conocido. Le sobaba las bolas y en el acto ya estaba masturbándolo, y para mi sorpresa empezó a reaccionar muy satisfactoriamente. Panchi se portó como un verdadero macho porque desde el comienzo no se sintió cohibido, ni incómodo, ni intruso, ni nada, se entregó con una calma y unas ganas que me sorprendieron para bien, es por eso que al ver su reacción cuando empezaba a pajearlo y al ver que le gustaba pues seguí con mi trabajo (es por eso que me parece que su dueño practica el zoo, y esta presunción me encanta). A los dos o tres minutos tenía su verga en mis manos completamente erecta con su nudo hinchado y a pleno eyaculando en la alfombra del living. Hermoso, hermoso, hermoso. Su nudo de tamaño medio y la longitud de su pene, largo rojizo de lustroso brillo se me hizo agua la boca y no pude resistir a semejante tentación y en el ...