1. CARLOS (31 AÑOS) ME HIZO SU NIÑA A MIS 9 AÑITOS.


    Fecha: 08/12/2019, Categorías: Gays Autor: marcos-wanda, Fuente: SexoSinTabues30

    ... toda su leche” – Exclamé a modo de arenga, pero el hombre tenía otras intenciones (por suerte, para mí) y luego de extraer su verga, intempestivamente de adentro de mi culo, se apartó unos segundos, para volver con una muy cortita falda escocesa, una blusa blanca y un delantal escolar tableado, con un cinto al tono, que se anudaba en la parte posterior. El típico delantal que usaban las niñas en el colegio, el mismo que mis hermanas utilizaban a diario. Creo que mi rostro debió haberse iluminado por completo, a juzgar por la expresión de satisfacción que se vio reflejada también en la cara de Carlos.
    
    La bombacha fue la misma que estaba mojada, a causa de las chupadas de culo, de la sudoración propia del roce de la piel y de mis flujos anales, pero la falda, la blusa y el delantal tableado, me hacía ver como toda una niña del colegio.
    
    Si bien ambos ya no dábamos más de calentura, hicimos un alto, tanto para él observarme con detenimiento y yo, para mirarme y admirarme frente al espejo.
    
    “¡Ay, Marquitos” – Exclamó Carlos y agregó:
    
    “No sabés las ganas que tenía de cogerme a una niña del colegio y vestida con su uniforme escolar” – Para finalizar diciendo.
    
    “Las veo cuando entran o salen de la escuela y siempre deseo tomar alguna y cogerla, aún a costa de tener que violarla, sino se deja”.
    
    “Pero a mí no me va a tener que violar, Carlos, porque yo me dejo coger” – Dije, con el firme propósito de hacer que el hombre se excitara mucho más aún; después de todo, él mismo fue quien me había enseñado “Cuánto más calentura del otro, más placer para mí”.
    
    “Hagamos de cuenta que yo venía caminando, porque había salido de la escuela y usted me agarraba y me cogía” – No terminé de decir aquello y Carlos se abalanzó sobre mí y así como estaba, sin quitarme prenda alguna, bajó mi bombacha (quedó enroscada a la altura de mis muslos) y me penetró muy fuertemente.
    
    “¡Ah! ¡Oh! ¡Oh! ¡Ah! ¡Qué lindo! Estoy cogiéndome a una nenita de la escuela” – Exclamó Carlos, mientras embestía una y otra vez. Estaba ya totalmente fuera de sí y podría haberme hecho, en ese momento, lo que hubiera querido hacer conmigo, también porque yo estaba total y completamente entregado a él.
    
    Nuevamente voy a apelar a la imaginación de los lectores. Cierren nuevamente los ojos, por un instante y traten de visualizar la situación, sobre todo, a aquellos que gustan o gustarían de cogerse a una niña con el uniforme escolar, porque créanme, estimados lectores, que yo era una niña.
    
    La madre naturaleza, se había congraciado conmigo de tal forma, habiéndome hecho “un niño realmente muy lindo”, pero, además, con la posibilidad de transformarme en niña, con solo un ligero cambio de vestuario y habiéndome, además, dotado con un culo tan, pero tan increíblemente fuera de serie; que yo había tomado todo ello, como una señal para mi vida misma. Yo debía entregarme por completo, a satisfacer los placeres sexuales de los hombres, independientemente de sus edades y de la mía. Yo había ...