1. Enemigos íntimos IV


    Fecha: 07/12/2019, Categorías: Gays Autor: random, Fuente: TodoRelatos

    ... Pablo.
    
    Felipe: venga, empieza
    
    Pablo comenzó a subir y bajar lentamente la piel del rabo de Felipe lo que hizo que llegara a su máximo tamaño, notaba el calor en su mano y como palpitaba mientras le pajeaba. Entonces cerró los ojos y se dispuso a llevarse ese trozo de carne a sus labios. Rodeó con sus labios el cálido glande, en ese momento escuchó un leve gemido de la boca de Felipe. Como pudo Pablo comenzó a bajar con sus labios sobre el duro rabo de Felipe que disfrutaba de cómo su rabo iba ganando centímetros en la garganta de Pablo. Tuvo que detenerse ya que las arcadas iban a poder con él y tenía que respirar. En la siguiente embestida Pablo acompañó su bajada con su mano para hacer una paja mientras subía y bajaba del rabo de Felipe. Esto hizo que Felipe ahora empezara a gemir y a respirar fuerte.
    
    Felipe: si sigues así me corro en breve.
    
    Pablo hizo caso omiso a las palabras de Felipe y continuó igual en su labor, cuando notó que Felipe estaba próximo al orgasmo aceleró sus movimientos a la vez que con la mano libre acariciaba los huevos de Felipe. Este cogió con sus manos la cabeza de Pablo y la subía y bajaba de manera frenética mientras Pablo simplemente apretaba sus labios firmemente contra el rabo.
    
    Felipe: mírame, ¡abre los ojos! quiero verte mientras te lleno de lefa!!!
    
    Pablo abrió los ojos y miró a Felipe, el cual ni pestañeaba mientras agitaba de arriba a abajo su cabeza.
    
    Felipe: aqui viene, tragatelo todo marica, aghghhghhh
    
    En la última estacada Felipe metió todo lo que pudo su rabo en la garganta de Pablo, sintió como el rabo se hinchaba y el cuerpo de Felipe sufría descargas con cada trallazo de leche que caía en la garganta de Pablo que empezaba a soltar lágrimas de las arcadas que le empezaban a dar.
    
    Felipe en cambio seguía sin pestañear, su semblante era una mezcla de enfado, satisfacción, cansancio. Cuando terminó, por fin liberó la cabeza de Pablo y pudo respirar y calmar las arcadas. Pablo notaba dolor en la mandíbula y a su vez un sabor extraño en su boca, una mezcla de sudor y de la leche de Felipe, se terminó de limpiar con la sábana y se puso en pie.
    
    Felipe: ha estado de lujo, ya me darás el resto otro día.
    
    Pablo: ¿qué? Ya estamos en paz eh.
    
    Felipe: no no no, aún me debes esto
    
    Pablo: eso no es así, quedamos en que iba a ser ahora.
    
    Felipe: te recuerdo que yo te he dicho que quería follarte y por el momento solo me has comido el rabo.
    
    Pablo: no es justo, me has engañado tronco.
    
    Felipe: tranquilo, tienes varios días para avisarme y vengo, tú me dices cuando quieres que te reviente el culo.
    
    Pablo no tuvo tiempo de replicar, Felipe salió de inmediato de la habitación. No sabía que hacer, el miedo pero también el remordimiento se habían apoderado de él y no sabía cómo gestionar la situación.
    
    La verdad es que no le había disgustado el rabo de Felipe, si follaba así la boca seguro que le daría una tremenda follada de culo. La realidad volvió y Pablo fue consciente de la hora ...