1. CAMPING SERIES: Preciosas niñas: Sylvie y su hermana Monique (I)


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Viktarugo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... abajo, arriba y abajo en un movimiento rítmico que indicaba no era la primera vez que lo hacía. Pero eso no lo pensé hasta más tarde, porque en ese momento estaba disfrutando de un placer enorme que me proporcionaba un chochito suave, suaaave y duuulce. Como pude saqué un brazo y entre el marasmo de niños, conseguí coger a la niña por el culo y apretarla contra mí. («¡¡¡Aaaaahhhmmm!!!, ahogando mi orgasmo para que no lo oyeran los mayores) ¡¡¡Que eyaculación más inmensa!!!. Noto que la niña me agarra más fuerte. Los menores seguían sobre mí y ahora yo no quería que se fueran.
    
    Cuando después de un buen rato se acabó mi orgasmo, tuve curiosidad. ¿Quien era de éstas niñas?. La miro. Me mira con cara de pícara. ¡Vaya!. ¡¡¡Es Sylvie, la francesita!!!
    
    Unos pocos minutos después y algún padre o madre los llamó para que se fueran todos a la playa. Yo me excusé diciendo que haría la siesta (ya me había dado la vuelta para que no se viera la mancha grande de esperma en el bañador).
    
    Sylvie, volvió de donde estaba, se me acercó y me dio un besito en la mejilla. Después salió corriendo junto a los otros y se fueron para la playa.
    
    Por la noche nos encontramos en la sesión de música y baile del bar. Estaba unos pocos metros delante, sentada junto a su familia y embelesada mirando a la gente en la pista de baile. Tenía toda la cara de la actriz Julia Roberts, la más guapa que recuerdes en «Pretty Woman», pero de niña.
    
    Yo la miraba todo el rato y mientras recordaba como me masajeaba con su chochito se me volvía a poner dura del todo. Pensé – «Me parece que me estoy enamorando de una niña de 8 años». Los hechos que sucedieron después y durante los siguientes días me hicieron enamorarme del todo.
    
    También me enamoré de su hermana Monique (7 años), que estaba a su lado y de quién os contaré nuestros particulares encuentros.
    
    Pero, la noche no había acabado.
    
    Tenía necesidad de orinar. Los lavabos estaban fuera de la zona del bar, a unos 20 o 30 metros dentro del camping. Aquello ya era como otro mundo. Incluso casi que no se podía oir la música del bar. Era una cabaña de madera grande. Por un lado las duchas y lavabos de mujeres (10 duchas y 10 lavabos) y por el otro lado, exactamente igual para hombres. Lo cual no quiere decir que en cualquiera de ellos te podías encontrar a cualquier persona de cualquier género a cualquier hora del día y de la noche (algunos y algunas salían de las duchas desnudos porque, decían, se encontraban más fresquitos) y nadie se escandalizaba por ello. Era, como una costumbre no escrita de aquel camping desde que lo inauguraron.
    
    Pues bien, voy al lavabo (cualquiera de ellos estaba limpio en todo momento, tanto por limpieza del personal como buena educación de los campistas). Me alivio. Termino de tirar de la cadena (jalarle al baño) y salgo.
    
    ¿Quien estaba esperando fuera?
    
    ¡¡¡SYLVIE!!!
    
    Con una sonrisa maliciosa, preciosa. Que invitaba a comértela, a lamerle toda. Me agaché con los brazos abiertos. Vino ...