1. Dos hermanas pervertidas parte 1


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Chuy, Fuente: SexoSinTabues30

    ... para los menesteres del placer.
    
    -Hmmmm… Pero estas que te caes de buena mi amorrrr. Que rico, que rico sabe tu cuerpecito –expresaba el viejo a los oídos sensibles de la nena que sentía los cosquilleos y flaqueaba con tan solo oír esa voz grave y adusta que proliferaba un aliento tremendamente como de cervezero
    
    -Pero que rica panochita. Por qué no me la das como regalo de cumpleaños, ¡eh! No sabes las ganas que te tengo. Estas pero rebuenota mi amorrrrr…
    
    -No don Apolinar… No… me toque… -musitaba la nena arrastrando las palabras, cerrando los ojitos, poniendo sus manos por encima de las arrugadas del viejo, como acompañándolo, más que impedirle algo, y al mismo tiempo sugiriéndole donde debería avanzar, mientras meneaba sus caderas como acto reticente que más bien resulta al compás de la punteada que el viejo le estaba dando.
    
    El viejo comenzó a lamerle una de sus blanquitas orejitas, empapando de su copiosa saliva, encontrando ese digno sabor de nena limpia y perfumada. Ella hacía lo propio, al sentir el erizar en su piel, acomodando la cabeza para que el viejo tuviera precisa zona y siguiera con esa circundante lamida que hacía con su puntiaguda y acuosa lengua. El pobre hombre estaba que no resistía, su verga escupía gran cantidad de líquido pre seminal que terminó dibujando, en su pants color gris , una mancha obscura y húmeda que la nena tuvo que sentir cuando este roso una de su nalgas, pensando que este se estaba orinando. El viejo bien sabía resistir, y seguía devorándose con gran fervor esa linda orejita izquierda que la nena exponía dado que bien tuvo que notar lo delicioso que era para la nena estos chupeteos y bastaba con solo verle esos lindos ojitos cerrados con esas bonitas pestañas.
    
    Para comprobarlo el viejo subió la falda de la nena por encima de su cintura, quedando solo a la vista un cachetero de color rosa. El viejo Creyó que ella lo detendría o al menos reprobaría el hecho, pero lejos de eso, la nena mantenía cerrados los ojos, ese fruncir encantador y mordía su labio inferior. El viejo, estando tan extasiado y alentado por la escena, comenzó a invadir el fino cuello, comenzado por la parte baja de la oreja y besándolo de a poco esa tersa piel.
    
    La chica movía su cabeza coordinándose para que este tuviera una gran posibilidad, estremeciéndose y delimitando el área, pero volvía a recapacitar y de nuevo vuelve a sentir esos asquerosos chupeteos, mientras su respiración ya era fuerte y acelerada, el rubor estaba encendido en sus finas mejillas. Ella podía sentir como el dedo del viejo ya le recorría su vagina sin ninguna resistencia de parte de ella , comenzando a meterse en sus labios interiores, aun sin llegar hasta distancias alarmantes. La lubricación que había ejercido su vagina permitía la facilidad de cualquier penetración y aun aquello estaba escarchando, por su vagina corría un manantial de líquidos que anunciaban la disposición natural de su cuerpo para alojar cualquier carnosidad, de igual naturaleza, ...