Soy policía y...4. - Relatos Eróticos

Soy policía y...4.

SOY POLICÍA Y… 4.

Y llegó mi cumple de 18 años, había terminado la secundaria, me había recibido de técnico en informática, y seguía con la idea de anotarme para ser policía, desde muy chiquito que tengo esa idea.

Comenzó el verano, el calor, llegaron las fiestas de fin de año, había decidido que serían vacaciones en serio, por eso avisé en el club que no vendría este verano nada más que a artes marciales, estaba dispuesto a pasarlo en la pileta, sabía que sería el último.

La única de las chicas que tiene familia es Clotilde, ella puede elegir de quedarse a pasar las fiestas con nosotros o con la familia, tiene una hermana, un cuñado y una sobrina, Mirta. Eligió quedarse con nosotros.

Don Ramiro había avisado que llegaría para mediados de enero, con su nieta.

Se me ocurrió que fin de año lo festejáramos en una cantina de la Boca, cuando lo dije me miraron extrañadas, al rato les encantó la idea.

Una cantina en la Boca, barrio sobre el Río de la Plata, son unos restaurantes todos ambientados estilo pescadores, la gente escucha música y baila mientras son atendidos por los mozos que también bailan, una alegría total, y más para festejar el fin de año.

Había tomado vino, estaba muy contento, tal es así que al bailar con las chicas ni mi madre, Juana, se salvó que le apoyara muy bien mi pija, no dijo nada, hasta creo que lo disfrutó, lo digo después del análisis al otro día.

Cuando estaba bailando con Lidia le tiré la pregunta matadora.

_Amor, ahora que soy mayor, que me he recibido, puedo pedir algo especial…

_Siiii JJ, podés pedir lo que quieras.

_Que vengan esta noche con Clotilde a dormir conmigo.

_A la mierda JJ, no te querés privar de nada, yo no tendría problemas, voy a ver qué dice Clo.

Y amanecí el primer día del año en que cumplí la mayoría de edad, el año en que iba a entrar a la policía, rodeado por dos mujeres, los tres desnudos, esto es vida dijo Bautista.

Cuando anoche llegué a mi habitación ni me acordaba de lo que había pedido, cuando ya casi me dormía aparecieron las dos.

_Tuvimos que esperar que tu madre se durmiera.

Clotilde que estaba en duda si le gustaría, no sabés cómo disfruta que la chupemos, lamamos, mordamos entre Lidia y yo, estaba tan contenta que en un momento se le escapó un pedo…risas a carcajadas.

Y se las metí por el culo, por la boca, por la concha, cuando estábamos haciendo un 69 de a tres alguna me metió el dedo en el culo, acabé al instante.

Las dejé, a la mañana siguiente, que siguieran durmiendo, en silencio y sin hacer demasiados movimientos me vestí y fui a la cocina, estaba feliz, pensaba en la noche que pasé y sonreía como un boludo.

Cuando llegué a la cocina me encontré con mi madre, Juana que estaba desayunando, mi vio y se puso a llorar, quedé impactado, no sabía qué hacer.

Me acerqué y suavemente la abracé, más lloraba, parece que tenía muchas lágrimas guardadas.

Le besaba la cabeza, la acariciaba, la abrazaba con fuerza, no sabía qué ...