El compadre de mi padre 3 - Relatos Eróticos

El compadre de mi padre 3

EL COMPADRE DE MI PADRE 3 - LA CARCEL LO CAMBIA TODO

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Salí de la casa de Nick un poco más relajado, aunque yo sabía que su hijo no iba a decir nada, podía sentir su intranquilidad y quiera o no, eso me movía un poco, hace mucho tiempo que somos amantes y llevamos esa relación clandestina, que ambos tenemos una conexión especial, suena para mi muy cursi, lo sé.

Llegué a casa y mi mujer estaba sirviéndole de comer a mi Hijo Nelson.

_ Sírveme a mí también– ordené a mi esposa.

_ No te basta con lo comiste en la casa de mi compadre?

_Eso no te importa, tú solo sirve la comida– dije tratándola mal.

_ Mamá sírvele papá hoy estuvo muy activo, tuvo muy buena faena.

_ Activo? Si estuvo como piedra a un rincón, ni siquiera quiso bailar conmigo.

Yo miré a mi hijo de reojo, esas palabras fueron muy sospechosas y me puso a la defensiva, mi mujer no dijo nada, siguió haciendo sus cosas.

_ Bueno ahí está– dijo dejándome el plato de mala gana – Yo me voy a dormir, estoy muy cansada.

Miré que mi mujer se fuera y rápidamente increpé a Nelson.

_ ¿Ahora me vas a decir que fue eso?

_ ¿Qué cosa?

_ Me vas a decir que cosa sabes o te doy una paliza– dije tomándolo del cuello.

Mi hijo se empezó a reír.

_ Calma viejo, no pasa nada– dijo sonriendo – Pero que guardadito te lo tenías, con Nicolás– dijo retirándose de la mesa y riéndose.

Cuando dijo eso ya sabía que Mark había abierto la boca.

_ Habla de una maldita vez– dije siguiéndolo –¿ese marica de Mark, te lo dijo verdad?

_ Ya cálmate viejo, no tiene nada de malo– dijo mi hijo dándome un porro encendido.

_ Le dije a ese infeliz que no abriera la boca. ¿en qué momento te lo dijo?

_ Eso no interesa, más bien cuéntame, desde cuando pasa eso.

_ Eso a ti no te interesa– respondí haciendo amago de irme

_ Me lo follo desde hace algún tiempo, y está tarde me lo contó después de cogérmelo, estaba muy abrumado.

La revelación que me hizo mi hijo, me dejó sorprendido, nunca pensé que él también le entrara a esas cosas, ni tampoco el hijo de Nicolás.

_ Sorprendido eh?– dijo riendo – Ahora cuéntame tú.

La marihuana estaba haciendo su efecto y me sentí más relajado, así que comencé a dialogar con mi hijo como nunca antes lo había hecho.

Nota de autor: A partir de este momento la historia se comienza a contar en dos perspectivas distintas, la de Dante y Nicolás, suceden en el mismo momento.

Dante:

_ A Nicolás yo lo conocí en la cárcel, en el año 2000, para ese entonces me habían condenado a 15 años y llevaba apenas tres; rápidamente me hice respetado en la cárcel, nadie se metía conmigo.

Si no me equivoco, Nicolás ingresa a prisión en mayo de ese año, lo recuerdo porque justo salía de aislamiento, en el preciso instante que a mí me llevaban a mi celda, Nicolás entraba junto con otros presos.

Él estaba muy asustado, los demás prisioneros desde sus celdas amenazaban con violarlo, y no era para menos, recién tenía 18 años y estaba muy bonito, ...