1. TEEN SWEET MODELS Agency – 3/4 Dayanna y su amoroso padre


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Anonimo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... debajo y así, y haciéndome la paja viéndolas. Mi hija tiene un culo exquisito, y que lo diga yo. No sé si haya algo más arrechador que verla por debajo, esas pantaletas blancas apretaditas y esas nalgas redondas.Ese día, ahí en su habitación, Dayanna al fin tenía esa falda subida para mí, con sus cuquitos blancos, cacheteros. Se los quité ¡con los dientes! Ella no paraba de reír, como burlándose de las cosas locas que yo hacía. Pero así aprenden. Hoy en día ya se pone a mil con esas cosas que antes le daban risa,y se moja.
    
    —¡Mmmm!
    
    —Sí ¡mmmm! Entonces, la dejé así en calcetines y falda, nada más. Me lo saqué. Ella lo vio y como que volvió a cerrar las piernas, porque se acordó de como se lo clavaba yo a Mónica y cómo gritaba ella. «No te preocupes amor, voy a tener mucho cuidado». «¿Eso no duele?» me preguntó. Nunca me voy a olvidar de la carita que puso cuando me dijo eso. Como una mezcla entre susto y ganas, ente curiosidad y pena. Le brillaban los ojitos ¡Cuánto se puede amar a una hija, Ismael, dígame!
    
    Yo solo gimoteé, y volví a ver a mi Paula. Allá estaba junto a la deliciosa Dayanna. Me pregunté por qué había dejado pasar tanto tiempo. Mi hermosa Paula y yo ya deberíamos ser amantes. Pero no, y todo por la tonta acepción mía de que si yo no saboreaba los jugos de mi hija, nadie lo haría jamás. ¿Cuántos padres de nenas hermosas habrá cohibidos por la misma tontería? Así como era yo: De esos que si atrapan al que se acostó con su hija de 16 años, lo acaban a machete. Espabilé y volví a prestarle atención a Miguel. —Y ¿usted qué hizo?
    
    —Me mantuve a baja velocidad.Le tomé las manos y se las puse en mi verga,paraque la conociera. La sensación de sus manitos tan suaves fue celestial, compadre. Hasta me dieron ganas de perrear en ellas, pero no. Le pregunté «¿Te gusta?» y solo apretó los labios y subió los hombros ¡tan linda! «tócala toda» le dije. Le agarré una mano y se la unté con el glande. Le quedó mojada. Dayanna se electrizó, sacudió el cuerpo como si le pasara corriente. Se quedó mirándose la manita mojada, como decidiendo qué sentir. Se frotó el lubricante entre los dedos y me miró.
    
    —Me imagino que hoy día le gusta comérselo —comenté, lleno de morbo.
    
    —¡Ja, es adicta! Me lo mamatoda frenética,gimoteando y mirándome a los ojos, porque sabe que eso me arrecha y ¡me sale máscantidad delíquido!Pero esa primera vez, tuve qué contentarme con un beso. Se lo apunté a la cara y le dije «dale un besito, en la punta». Ella puso cara de limón al principio, pero al fin dio el beso. La agarré por la cadera y la halé hasta que cayó de espaldas. Le separé bien las piernas y pegué una comida de coño que, ni ella ni yo vamos a olvidar nunca. Por más que encuentre en el futuro un experto come-coños.
    
    Miguel lanzó una mirada suspirante a su hija al otro lado de la enorme sala y agregó:
    
    —Esa cuquita que está allá entre esas maravillosas piernas. Ya tiene un bigotito empezando a asomársele en el pubis. En menos de una año tendrá tetas —me ...
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