1. Colección de pollas familiares


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Inmacul, Fuente: TodoRelatos

    Preambulo
    
    Noe: joder tía como huele a semen aquí!
    
    Patricia: no te asustes es normal tiene que haber manchas de esperma por todas partes. ¡qué olfato tienes niña!
    
    Noe: pues claro, es que me encanta el olor de la lefa.
    
    Patricia: bueno Noe, pues aquí tienes a mi colección particular de pollas que tengo en casa.
    
    Introducción
    
    Hola soy Noe, aquella tetona de los antiguos relatos llamados “Soy Noe y me gusta los rabos a reventar”. No sé si os acordáis. Vuelvo a escribir esta carta porque he tenido una experiencia sexual curiosa últimamente que me gustaría compartir.
    
    Os recuerdo que soy un pibón ahora con 30 años y ya casada y con un niño. Siempre he presumido de mis pechos enormes que aun sigo llevando sin sujetador, pero ahora llenos de leche debido a mi lactancia reciente.
    
    Si, como todo el mundo tengo derecho a enamorarme y he encontrado un semental que lo ha hecho. Aun así sigo siendo tan promiscua como antes.
    
    La conversación anterior la tuve la semana pasada cuando fui con una de mis amantes, en este caso una mujer que es uróloga. La conocí cuando acompañé a mi marido a su consulta debido a una infección de próstata que tuvo hace poco.
    
    Es una tía de 40 años que parece mas joven pues es delgadita y con cara juvenil. Yo la calé desde el principio que era una viciosa. Me di cuenta cuando vi cómo le cogía la polla a mi marido. Una que tanto le gusta un rabo sabe cuándo a otra también le gusta.
    
    Total que nos hicimos amigos y acabamos follando en mi casa haciendo un trio con mi marido.
    
    El otro día salimos las dos solas de marcha y al final acabamos acostándonos en su consulta. En la intimidad me confesó que desde pequeña ha sido una fetichista de los penes. “era yo una mocosa años cuando se lo vi a mi padre y me fascinó tanto que fue el primer pito que me metí en la boca” me dijo.
    
    Yo compartí con ella mi gusto por los rabos y Patricia me dijo “tía, ¿por qué crees tu que estudié urología? Para estar todos los días viendo pollas, es mi trabajo perfecto, siempre estoy caliente en mi consulta. A veces tengo que ir al baño a pajearme haciendo esperar al paciente”
    
    Hasta aquí todo normal, una viciosa de pichas al igual que yo pero lo que me dijo a continuación fue demasiado para mi coño que empezó a abrirse y cerrarse y mis pezones a segregar leche.
    
    Me dijo que estaba casada con un urólogo de su edad, 40 años, pero que su marido era también fetichista de las pollas al igual que ella y le había consentido llevarse a casa a su padre, su abuelo paterno y su hermano pequeño de 30 años con los que mantenía una relación de incesto desde antes de casarse. Además tenía un hijo de 18 años, por lo que junto a su marido tenía en casa una colección de cinco nabos de diferentes tipos y tamaños a los que “todos los días se encargaba de ordeñar”.
    
    Me puso tan cachonda que tuve que decirle que dejara de mamarme los pechos y me comiera el coño hasta correrme.
    
    Y en cima la tía, me dice que me invita a ir a su casa pues le gusta ...
«1234...»