1. Desvirgando a un casado (Parte 1)


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Gays Autor: Hombrecaliente, Fuente: CuentoRelatos

    ... tenés...." Respondí, entre gemidos y susurrando: "Si papi, así cogeme, rompeme bien el orto, hacelo tuyo!!!"
    
    Podía sentir como su verga me estaba abriendo el orto con su grosor. El se tomaba de mi cintura o de mis muslos para hacer fuerza y empujar, arremeter contra mi culo. También me tomaba de mi pecho, apretando mis tetas cuando me mandaba un pijazo hasta el tronco. Lo sentí gozar en silencio o diciendo chanchadas suavemente y me encantaba. "Bebé, tu cuerpo me encanta, que rico culo, me vuelve loco!!!". Uno minutos más y me dijo que se venía. Le pedí que lo hiciera: "¡Goza papi, goza! Sentime, culeame, cogeme con todo, dame pija, dame leche. Sos mi macho, acabame adentro!!! Llename el orto!"
    
    Su cuerpo se estremeció todo al acabar adentro mío y pude sentirlo porque estaba totalmente apoyado en el mío, nuestras piernas rosándose, su pija metida hasta el tronco, toda su pelvis apoyada en mis glúteos y su pecho en mi espalda. Al momento de descargar su leche en mí, mordió mi nuca y dejó escapar un gemido un poco más fuerte. Le dije que yo también estaba a punto, que no la sacara y siguiera bombeando un poco más. Lo hizo despacito... y eyacule con su pija adentro, tirando mi leche en el inodoro que estaba adelante mío.
    
    Por un rato, nos acariciamos y besamos en silencio, hasta que dijo: "No sabía como iba a ser, pero me animé hoy sin pensarlo porque te deseaba mucho y fue maravilloso". Contesté que para mi también había sido una sorpresa increíble y hermosa. Fuimos hasta los lavatorios y nos tentamos de risa al vernos juntos lavando nuestras pijas. Se mojó el rostro para bajar el color y la temperatura (teníamos que volver a trabajar, eso era increíble pero le daba mas adrenalina a la situación: el lugar, la circunstancia... todo). Dijo que no había apuro, podíamos esperar unos minutos más.
    
    Nos relajamos y acordamos que por chat, íbamos a planear algún encuentro más tranquilo y con más tiempo, aunque me dijo podía venir al baño cada vez cuando vuelva por otro trámite. Sonreímos nuevamente, me gusta mucho como lo hacemos juntos. Salimos cada uno por su lado.
    
    Les cuento esta historia con su permiso, porque él cuenta con mi discreción. Espero poder escribir pronto como continuó. 
«123»