1. Me hicieron mujer


    Fecha: 23/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: lamascota, Fuente: SexoSinTabues30

    Soy Sara, una chica CD de closet que vive en granada, España.
    
    Mido 1´70, tengo un cuerpo atlético y un culito algo pequeño pero firme, y les voy a contar como fue la primera vez que un chico me hizo suya.
    
    Tenía 20 años e iba a la universidad de Granada, me había ido de casa con 18 años para iniciar mis estudios y por ese entonces vivía en un pequeño piso con otro compañero (Pedro), el cual era bastante comprensivo y respetaba mi gusto por vestirme y maquillarme, y no le importaba que lo hiciese cuando él estaba en casa, de hecho, era tan bueno que cuando me veía vestida me llamaba por mi nombre de chica y me trataba como a una amiga más (Lo cual a mi me daba mucha rabia porque estaba bastante colada de él).
    
    Un día, él me dijo que se tenía que ir ese fin de semana porque había lío con su familia, y todos mis amigos estaban de exámenes y no podían salir, así que la perspectiva era la de pasar un fin de semana de lo más aburrido y sin planes.
    
    Llegó el viernes, él se fue y yo me quedé más sola que la una, así qe me hice la cena temprano, me puse una peli y me fuí a dormir pronto. El sábado, tras levantarme tarde, decidí que me iba a dar el día de chica en la intimidad que me merecía, así que me dí una ducha, me depilé entera y al salir me apliqué bastante cremita hidratante para que mi piel estuviese lo más suave posible.
    
    Tras salir de la ducha, me dispuse a elegir que outfit me pondría. Como iba a ser un día de chica en casa, elegí una blusita cómoda con un poco de escote, una minifalda suelta de flores y medias de liguero y tanga a juego para sentirme sexy, aunque no me fuese a ver nadie.
    
    Una vez vestida, me fui a mi cuarto dispuesta a maquillarme. Tenía la idea de un maquillaje sencillo, pero, una vez estuve liada, no pude evitar ponerme bien puta. Una base de mi color, colorete para realzar los pómulos, una sombra de ojos púrpura ahumada a juego con la blusa con el eyeliner bien largo y un pintalabios marrón para realzar ligeramente la sonrisa y centrar la atención en los ojos.
    
    Cuando me puse mi peluca morena y me miré en el espejo no lo podía negar, estaba preciosa.
    
    Tenía ganas de jugar, por lo que cogí un consolador, el ubricante y el portátil y me fui al salón dispuesta a tener alguna que otra conversación caliente y pasar una tarde con el consolador.
    
    Justo al llegar al salón me encuentro a un desconocido saliendo de la cocina que se me queda mirando con la boca abierta y una mirada de asombro impresionante mientras que yo me quedo paralizada en el acto, sin poder moverme, completamente asustada y con ganas de llorar.
    
    Él reaccionó antes:
    
    – Ostia, Pedro me había dicho que tenía un compañero de piso y que le gustaba maquillarse, pero no me esperaba esto.
    
    -¿Quién eres?- Le pregunté, conteniendo las lágrimas de miedo y vergüenza.- ¿Qué coño haces aquí?
    
    -Eh eh tranquila, soy Jose, un amigo de Pedro del pueblo que necesitaba un sitio para dormir esta noche y Pedro me ofreció su piso. Me dijo que te ...
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