1. Juventud en prisión 1


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Gays Autor: Weirdguy91, Fuente: TodoRelatos

    ... calendario.
    
    Revisé cuando era mi turno de ducha y fui directo al comedor.
    
    —
    
    Todos iban formando una fila con sus bandejas pasando por un mostrador en el que iban sirviendo la comida. Decidí hacer lo mismo, hice cola.
    
    Todo parecía bastante tranquilo, había presos que se reían ya en sus mesas pero el ambiente era bastante relajado.
    
    Me sirvieron la comida, no tenía buena pinta al contrario que una de esas manzanas rojas como la sangre. Cogí una y me senté en una pequeña mesa a un lado del comedor.
    
    Al poco de sentarme escuche una voz justo detrás de mí.
    
    -Oye guapa, estás en mi sitio.
    
    Me gire y era una mole de al menos 1.90m, gordo como él solo y con una barba que le llegaba hasta el comienzo de ese barrigón.
    
    -¿No me has oído? Esa melenita morena te tapa los oídos? - Soltó entre carcajadas.
    
    -Sssi…perdone - dije titubeando mientras me levantaba para irme.
    
    -Que educadas son las chicas hoy en día, me alegra que seas tan educada guapa. - el tío empezaba a cabrearme, una cosa era la coña pero se estaba pasando.
    
    -No soy una chica.
    
    El tío se levanta y se pone justo enfrente de mí, me miraba desde arriba. -Has dicho algo guapa? Es que me ha parecido…
    
    Resultaba muy intimidante, definitivamente no podía hacer nada contra ese tío.
    
    -No…
    
    -Muy bien, anda vete que quiero comer en paz.
    
    Apreté los dientes y me largué de "su sitio".
    
    Todas las mesas estaban ya ocupadas así que tiré lo que quedaba de la bandeja y acabo de comerme la manzana de pie.
    
    Pasé la tarde en mi celda. Coloque las sábanas y me tumbe a verlas pasar, dicen que en la cárcel es tiempo de reflexionar y no me apetecía nada tener que interactuar con el resto de presos.
    
    Escucho como alguien toca a "la puerta" de la celda. Es un hombre ya maduro, debía tener 35 tacos por lo menos e iba con el mismo traje naranja que el resto.
    
    -Perdona chico, no querrás coger algún libro del carrito. Tengo un poco de todo aunque si quieres otra cosa puedo buscarte algo en la biblioteca - el hombre me dedicó una sonrisa sincera.
    
    -No, gracias
    
    -¿Seguro? Te sorprendería lo extenso que es el catálogo para ser una prisión. Además así aprovechas el tiempo, eres joven y que mejor que dedicar tu tiempo a formarte un poco aquí dentro.
    
    -De verdad, no quiero nada.
    
    El hombre me dedicó otra sonrisa y siguió con su carrito repleto de libros por el resto de celdas.
    
    —-
    
    La tarde pasó junto con el tic tac del reloj, era la hora de la ducha.
    
    Volví a seguir los letreros que indican el camino hacia las duchas.
    
    El vestuario estaba llenisimo, incluso haciendo turnos eso debía ser un no parar constante. Todos los tíos se desnudaban, cogían una toalla y dejaban su ropa sucia en una carretilla enorme. Hice lo propio y pase a la zona de duchas.
    
    Las duchas estaban divididas por unas mamparas semitransparentes bastante gruesas. Podría ser peor, ya me había hecho un poco a la idea de que en ese lugar, esa prisión, poca intimidad iba a tener.
    
    Me dirigí a un ...