1. Perdí la virginidad en Zipolite


    Fecha: 21/11/2019, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... un suspiro y lo escuché decir:
    
    - Que piel tan suave tienes, es más suave que la de mi novia, ¿te depilas?
    
    - No, siempre he sido lampiño- respondí.
    
    Se desplazó a la parte inferior de mi cuerpo y otro chorrito de bloqueador cayó sobre cada uno de mis muslos, seguido de sus manos recorriendo mis muslos, se sentía tan bien que cerré los ojos y me puse a disfrutar el ardiente masaje, poco a poco fue subiendo hasta llegar al borde de mis nalgas, aplicó otro chorro de bloqueador en cada una de ellas, seguido de sus grandes manos, me dejé llevar, no puse resistencia, masajeaba y apretaba suavemente mis nalgas, sentí desfallecer, sus pulgares abrieron mis nalgas y la brisa del mar se coló hasta mi lugar más íntimo, al instante se contrajo, sus dedos pulgares recorrían mi rajita y rozaba la hendidura de mi hoyito muy suavemente, estaba en el cielo, oleadas de placer recorrían mi cuerpo, noté como uno de sus pulgares se detuvo en mi ano, estaba sumamente caliente y me abandoné, no protesté, estaba en sus manos y en ese instante supe que haría conmigo lo que quisiera, se inclinó sobre mi cuerpo y sentí su lengua posarse en mi agujerito, inmediatamente mi culo se contrajo y un gemido involuntario delató el placer que sentí, eso lo animó y su lengua recorrió mi estrecho agujero, la movía en círculos recorriendo los arrugados pliegues y presionó el cerrado orificio que se resistía a ser profanado, siguió con su asedio en mi culo, sentía tanto placer que paré más la cola, doblando mi cintura, era un placer jamás sentido, mis piernas temblaban, mis gemidos se volvieron más intensos, me estuvo lamiendo el culo por lo menos unos 10 minutos cuanto mete toda su cara entre mis nalgas y empecé a retorcerme de placer, me estaba haciendo el amor por la cola de una forma que jamás hubiera imaginado, succionó mi culo de una forma que me hizo ver las estrellas, todo mi cuerpo empezó a temblar, mordí mis labios para no gritar, ya sentía la colita muy sensible, húmeda, palpitante, sentía que hacía pucheros, se contraía involuntariamente, su saliva escurría hasta llegar a mis huevos.
    
    - Sabes, tienes un culo delicioso, me encanta comerlo, bebe.
    
    Se estiró para alcanzar el aceite de coco que estaba a un lado de la toalla, al hacerlo sentí claramente la cabeza de su verga dibujar una línea sobre mis nalgas, chorreaba un líquido viscoso, seguramente precum, que quedaba impregnado en mi piel, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
    
    Pronto sentí que abrió una de mis nalgas y un líquido tibio y aceitoso cayó justo en mi orificio, el aroma a coco invadió mi nariz, no pude evitar dar un respingo y apretar el culo, embarró el aceite entre mis nalgas y su dedo pulgar recorrió mi rajita y frotó con la yema la entrada de mi orificio, sólo por fuera, mi orificio se contraía al contacto y me preguntó:
    
    - Está muy cerradito, ¿Eres virgen?
    
    Moviendo mi cabeza contesté afirmativamente, una sonrisa se dibujó en sus labios.
    
    - No te preocupes, pronto dejarás de serlo, te lo haré ...
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