1. El precio de la lujuria. Parte 4.


    Fecha: 19/11/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: Mamama215, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tuviera abotonado como a las perros. Agarrado a las caderas hizo más presión notando como se abría el culo e introducía un buen trozo.
    
    La vista que tenía le encantaba, un cuerpecito tan delgado y esas caderas tan estrechas con un culo chiquito, y en medio su barra de carne metida hasta la mitad. La sacó un poco y volvió a hacer presión metiendo algo más que la mitad. Suavemente metía y sacaba deleitándose con la presión que sentía en la polla. Poco a poco fué entrando más hasta que consiguió pegar su pubis a la suave piel del muchacho. Ahí se detuvo de nuevo para que Cris se acostumbrara a ella. Acercándose al oído le susurró, «estas listo? Démosle a estos dos un gran espectáculo»
    
    Se aferró a las caderas y fué bombeando lentamente subiendo el ritmo conforme notaba que el culo se abría. Poco a poco y a paso firme las entradas eran cada vez más intensas y duras.
    
    Los gemidos de Cris iban acompañados con los «sigue así» y los «me gusta, siii» que con su tono tan femenino enloquecía cada vez más a Pedro.
    
    Ya se lo follaba sin compasión, el choque de los cuerpos era ensordecedor. Pedro aferrado a las caderas bombeaba a un ritmo frenético y con una fuerza bestial.
    
    Tan intensa y larga fué la follada que ambos notaron las piernas cansadas. Sobre todo Cris que con la brutalidad de la cogida a duras penas se podía mantener en pié emitiendo ahora pequeños gemidos casi inaudibles. Pedro creyó que era momento de acabar con todo esto y paró en seco. Jalandolo del cabello y sacándole la polla lo volteó y lo puso de rodillas ante él. Masturbando su pene dirigiendo la punta hacia el rostro del desfallecido Cris, pronto comenzó a correrse en su cara. Al tener la boca abierta un par de trallazos entraron en ella y aprovechó para tragarse ese manjar y saborearlo cuando dió por finalizada la corrida.
    
    Con las respiraciones a full y ya ambos de pie se abrazaron y comieron sus bocas. Al rato se separaron un poco y cogiendo un poco de jabón se volvieron a lavar para quitarse el sudor de sus cuerpos.
    
    Cuando miró hacia los secuestradores los vió como acababan de vestirse. En el suelo había papeles tirados fruto de la limpieza de las corridas por las pajas.
    
    Una vez que salieron y se secaron, Cris le ofreció la ropa que había en la mesita. Un pantalón y una camisa de lino blancas y unas zapatillas.
    
    Salió del baño tras los captores que lo acompañaron de nuevo al pasillo de las habitaciones. Se detuvieron en la 108. Mike le abrió la puerta le invitó a pasar.
    
    Era una habitación bastante amplia. En la pared de enfrente una cama grande de 1,50. A la derecha un gran sofá que le pareció cómodo, al lado pegada a la pared una mesa con tres sillas. En la izquierda un escritorio bastante amplio con un ordenador, impresora, varios cuadernos y una gran variedad de utensilios de escritura. Al lado una gran estantería con muchas carpetas y archivadores.
    
    Mike.- bueno, pues esto son tus aposentos. Como hemos visto que vas a colaborar te traemos aquí para que ...