1. Mi amigo, su sobrino y yo (ii)


    Fecha: 18/11/2019, Categorías: Gays Autor: bisexualstraight, Fuente: TodoRelatos

    ... eran capaces de provocarme la mayor erección alcanzada en mis 30 años.
    
    1,65 cms de altura y unos 60 kg de peso, es decir más bien bajito pero muy bien formado.
    
    Desde muy pequeño el joven practicaba la natación, formando ahora parte del club junior provincial y como buen nadador, lucía una musculatura perfecta, bien definida, pero sin exageraciones.
    
    Su piel suave en estas fechas previas al verano ya lucía un suave bronceado, pero por naturaleza era de color claro, tal y como lucia la zona privada de Nacho, tanto su trasero como la parte delantera.
    
    Sus fuertes piernas, daban soporte a una espalda ancha bajando en “V” desde los hombros hasta su cintura y al frente, su abdomen presumía de abdominales remarcadas, con unos oblicuos que dirigían irremediablemente tú mirada hacia su polla.
    
    Dicen que el cuerpo crece hasta los 21 años, lo que me hizo pensar como sería aquel pene dentro de 3 años, si ahora, solo con 18 medía al menos 20 cms.
    
    Si algo destaca de los adolescentes, es la dureza de sus erecciones.
    
    La polla de Nacho mostraba frente a mí unas hinchadas venas que rodeaban su vigoroso tronco, ligeramente arqueado hacia arriba, con un ángulo superior a 30° sobre la horizontal y coronándolo, un glande castaño en forma de casco un poco más ancho que el tronco que llamaba a gritos ser devorado y que ya lucía mojado por el precum emanado por las hormonas adolescentes.
    
    Era evidente que Nacho tenía previsto follar con su supuesta novia esa noche, puesto que llevaba la zona del pubis recortada y los testículos totalmente afeitados.
    
    Nacho se arrodilló frente a mi sobre la cama y rodeándome la cintura con sus manos me llevó lentamente junto al borde de la cama para pegar literalmente nuestros cuerpos desnudos frente a frente.
    
    - Quiero que seas el primero y que me enseñes todo lo que sepas – Me dijo.
    
    Tras expresar su deseo, besó suavemente mis labios dejando caer muy despacio su cuerpo sobre la cama y quedando totalmente ofrecido a mí.
    
    - Solo te pido que vayas despacio, tenemos toda la noche – añadió
    
    Abrí sus piernas para arrodillarme entre ellas y lentamente acerqué mis labios a los suyos, para trasladar mis besos a sus mejillas, su naricita y sus ojos.
    
    Volví a besar tiernamente sus labios y empecé a bajar, jugueteando con mi lengua sobre su cuello, alternando con suaves besos dirigidos desde sus anchos hombros, pasando por sus pectorales hasta llegar a sus oscuras areolas y mordisquear sus erectos pezones.
    
    Los gemidos de Nacho eran demostrativos de la excitación que sentía, al igual que el liquido preseminal que emanaba de su pene.
    
    - Si sigues así, me voy a correr antes de que llegues a la polla y no quiero que eso pase – dijo el joven agarrándome la cabeza para obligarme a continuar el descenso.
    
    - No te reprimas, si pasa no te preocupes, como tú has dicho, tenemos toda la noche – contesté reanudando mis besos en sus abdominales.
    
    Le metí la puntita de la lengua en el ombligo, rotando en su interior y ...