El orfanato y los Monjes X - Relatos Eróticos

El orfanato y los Monjes X

... agarró fuerte y me dirigió al centro del salón, allí había un pollete con un almohadón grande rojo, allí me situo depie y luego se retiro. Estaba rodeado por unas veinte tronos de madera maciza ocupados todos ellos por monjes, el ocupo uno de ellos y entre todos uno resaltaba mucho más, era el del Prior Gabriel que dirigía aquel lugar.

El Prior era un hombre bastante maduro, sobre los 70 años, se dejaba ver muy poco, pero yo sí lo había visto en ocasiones por los pasillos de los aposentos, reconocí a Fray Luis, Fray Jorge, y muchos más de vista, todos me miraban enfundados en sus hábitos marrones, me sentía observado, uno de los monjes se levantooo.....

- Bendito sea el señor......hoy estamos aquí para dar la bienvenida a un nuevo miembro a nuestra congregación, el es Pedro hijo de nuestro señor y por eso será también el nuestro y como tal lo trataremos todos a él y el a nosotros.

Pasará a ser nuestro novicio, y por ello nos escuchará, nos obedecerá y complacerá nuestros deseos.

Y ahora pasemos a darle nuestra bendición como nuevo miembro.

Hijo algo que decir????

- gracias hermanos por acogerme entre vosotros y espero estar a la altura de vuestros deseos, y complacer todo lo que deseen.

- por favor Fray Tomas y Fray Gregorio, pasen y muestren su cuerpo a todos sus hermanos.

Los dos monjes se acercaron a mi, agarraron mi hábito y tiraron de él dejándome en pelotas delante de todos aquellos monjes, no sentí rubor ni vergüenza, me sentía arropado, querido por primera vez y deseado. Después Fray Esteban se acercó.....

- bueno Pedro ahora acércate uno a uno a ellos y te darán su bendición, arrodíllate ante ellos, levanta su hábito y chupales la verga durante un solo minuto.

- si señor, así lo haré.

- venga hijo, ya queda poco, después el prior te iniciará y bendicira en sus aposentos.

- si señor.

Me acerque al primer asiento, me arrodille ante el monje que lo ocupaba, me puso las manos sobre la cabeza, yo levanté su hábito y vi su miembro colgando, lo agarre con mi mano, lo masturbe unos segundos y después empecé a chuparsela durante un rato, solo oí su suspiro de placer y aprovacion agarrado a mi cabeza, esa fue la tónica durante un buen rato, arrodillarse delante de cada uno de los Frayles, agarrar su pollón y mamarsela durante un instante, así fue como uno a uno me dieron su bendición, y como yo probé cada una de aquellas pollas que como podéis imaginar las había de todos los colores, gruesas, grandes, más pequeñas, circuncidados, enormes, peludas, rapadas, de mil sabores y olores, pero aquella iniciación solo fue mi bautismo, sabía que tendría tiempo a conocerlas y reconocerlas mucho más detalladamente.

Por fin terminé, el Prior se levantó y se dirigió a todos levantado sus brazos y diciendo.....

- hermanos, hoy somos uno más, sepamos disfrutar de las bendiciones de Dios, arropemos a nuestro hijo y disfrutemos de ello. Podéis ir en paz,.

Después bajo unos escalones, se dirigió al portón de salida, a ...