1. Mi odiosa hermanastra (2)


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: TodoRelatos

    ... Alejandro. Me llamó la atención que fuera un SMS. ¿Qué clase de psicópata usaba eso? Además, si le escribía a medianoche de seguro que era alguien con el que tenía algún tipo de relación. Me limité a leer el mensaje desde la notificación misma, ya que si abría el SMS, ella sabría que alguien leyó el mensaje antes que ella. ¿Estás despierta? Decía el tal Alejandro.
    
    Se me ocurrió una idea. Busqué a Alejandro, ahora sí, en los chats de WhatsApp. Como era de esperar, ahí estaba. Vi su foto de perfil. Era barbudo que hacía rato había pasado los treinta. Así que a Florcita le gustaban los veteranos. Qué curioso. El tipo estaba bloqueado, pero sin embargo era una de las últimas personas con la que había chateado. El último mensaje de Florencia había sido borrado por ella misma. Pude ver que había algo entre ellos. Aunque no me puse a leer la conversación entera, obviamente. Pero eso no me importaba. Revisé algunos otros chats, pero nada. Entonces ¿No le mandaba a nadie esas fotos? Abrí la galería de imágenes. Nada. Justo cuando me iba a dar por vencido, vi que entre los accesos directos que tenía en la pantalla principal estaba el drive. Lo abrí inmediatamente. Era razonable que no guardara las fotos en la galería, pero seguramente estaba en la nube. Y así era. Y no solo pude ver la foto que se había sacado en el baño. Tenía otras tantas guardadas en una carpeta. En todas ellas salía en pelotas. ¡Qué carajos!
    
    No me considero una persona prejuiciosa, pero que alguien como ella tuviera esas fotos era algo inusual, y no podía dejar de pensar que había algo turbio en todo eso. Pensé en robárselas. Pero era difícil hacerlo sin dejar rastros. Entonces Florencia hizo un movimiento y soltó una palabra. Como decimos en Argentina: me cagué en las patas. Más que nada porque justo en ese momento había dejado de prestarle atención, y me dio pavor darme vuelta y encontrarme con que tenía los ojos abiertos, mirándome, mientras yo revisaba su celular. Pero por suerte solo estaba balbuceando algo entre sueños.
    
    El miedo me escarmentó. Ya había corrido demasiado riesgo solo impulsado por el morbo. Así que dejé el celular donde estaba y volví a la cama. Me costó otro tanto dormirme, pensando en las imágenes que acababa de ver, en donde mi dulce hermanastra mostraba el ojete sin timidez ante una cámara. Por fin después de un buen rato, en el que estuve muy tentado de hacerme otra paja, me quedé dormido.
    
    Pero me desperté más temprano de lo normal ¡A las nueve de la madrugada! Porque Florencia había encendido la luz y empezaba a prepararse para comenzar el día.
    
    —¿Hace falta que hagas tanto quilombo? —Le pregunté, bostezando.
    
    Florencia no se molestó en mirarme. Estaba vestida solo en ropa interior. Estiró su espalada, haciendo fiaca. Era flaquita y tenía tremendas curvas la hija de puta.
    
    —Algunos tenemos cosas que hacer —contestó.
    
    —Si no estás cursando... y esas bijuteries que hacés, las podés hacer a cualquier hora.
    
    —No jodas pendejo, mirá se te voy ...
«1234...10»