1. Encontré a mi hija de 10 masturbandose con mis videos porno


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Bert25, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hacer zapping. Como si nada hubiera pasado. Yo ingresé a la oficina con la excusa de buscar algo y ahí se veía la PC con todo normal, como si nada hubiera pasado. Se veía el programa especial de clases virtuales de la escuela con un cartel en amarillo que decía “descanso” con una cuenta atrás que iba por los 28 minutos y disminuyendo. Se volvió a conectar.
    
    En mi oficina, muchas veces recibía clientes que debían hacer pagos. Así que cuando nos mudamos supe colocar una cámara de seguridad tipo domo para mayor seguridad. Estaba desconectada, así que aproveché esa oportunidad para conectarla nuevamente. Vería todo lo que sucede allí adentro desde mi laptop. Al rato, volvió a clases.
    
    Cuando se encerró nuevamente, inmediatamente conecté la cámara de la oficna a mi computadora personal y comencé a observar. Se la veía a Sofi en clases, de manera normal y hasta incluso participar respondiendo algunas consignas de la maestra.
    
    Comencé a trabajar nuevamente, tratando de olvidarme del incidente, pero no podía. Comencé a pensar qué era lo que me turbaba de la situación ya que, pensando lógicamente, era una niña de diez años que había encontrado unos videos en la computadora de su padre y le dio cierta curiosidad. Sin embargo, no podía dejar de pensar en eso. Acaso… ¿me excitaba? Deseché esa idea, más por pavor que por ridícula.
    
    De todas formas, ese día continuó normalmente. Sofi no se desconectó nuevamente y terminó su clase. Por la noche, ingresé a la PC para ver que videos tenía guardados. Eran unos diez en total, porno normal del que se encuentra en las páginas de ese estilo. Quise borrarlos, pero algo me detuvo. Quería saber cómo seguía la cosa. Comencé a masturbarme con uno de ellos, no lograba la excitación necesaria, hasta que se me cruzó el recuerdo de mi propia viendo el video. A los pocos segundos eyaculé.
    
    Al día siguiente, el día comenzó normal. Sofi se levantó de su cama, se lavó la cara y los dientes y se sentó a desayunar. Le pregunté cómo había dormido y ella me respondía con absoluta normalidad. Mas tarde, a la hora indicada, se encerró en la oficina a comenzar otro día de clases.
    
    Era mucho tiempo para estar todo el tiempo mirando por la pantalla para ver que me devolvía la cámara, así que cada tanto observaba mientras yo trataba de ponerme al día con el trabajo que se me había acumulado. A media mañana, otro mensaje de la maestra: “Sofi dice que tienen que cortar la luz de la casa para hacer unas refacciones, así que le envié unas tareas para que me presente mañana”.
    
    Inmediatamente pasé a la pantalla de la cámara y me dispuse a observar. En la computadora no se veía, por supuesto, el programa de videollamada de la escuela; sino que se la veía a ella claramente tratando de elegir algún video que estaba en esa carpeta. Le dio clic a uno y comenzó a reproducirse.
    
    Ella, antes de colocarse los auriculares, miró hacia la puerta como para asegurarse que estuviera cerrada. Al principio se la veía inclinada hacia la pantalla ...