1. Cada uno cuenta la feria según le fue


    Fecha: 10/11/2019, Categorías: Gays Autor: Juanjose, Fuente: TodoRelatos

    No soy partidario de las dietas porque después invitan a pegarse atracones.
    
    Primero lo llamé ayuno intermitente porque las acumulaciones de trabajo para poder coger las vacaciones me hicieron no tener ganas de nada: ni de sexo, ni de vacaciones.
    
    Por fin en la costa salíamos cada noche así que entre el alcohol y las cenas copiosas nada de pensar en “eso”. Entonces lo llamé dieta depurativa.
    
    Compartía una villa con cinco amigos cada uno con su cuarto, pero me parecía un cante traer a alguien y después aguantarlos al día siguiente con las consabidas bromas. Así que acabé asumiendo hasta el final de las vacaciones, nada de nada. Creo no recordar un periodo de castidad tan largo, pero lo asumí como un desafío.
    
    A la semana de llegar comenzó la Feria. Esa tradición, de muchos pueblos y ciudades del sur de España, que comenzó siendo un mercado de ganado animal y que actualmente se ha convertido en una especie mercado de ganado humano, donde el alcohol y las noches de verano cierran muchos tratos.
    
    Con esa información facilitada por un local, dejé ir a todos mis amigos a conocerla mientras yo disfrutaba del fresco de la noche en una de las terrazas de la casa. Sin embargo, no podía olvidar algunas de las conversaciones oídas en la playa nudista durante el día sobre el cruising nocturno que ocurría tras la noche de fiesta.
    
    Comencé a imaginar a jóvenes gays calientes y animados por el alcohol, a bisexuales para los que un día festivo era una invitación para echar una cana al aire. Y claro, los heteros borrachos que “no saben lo que hacen”, pero su cuerpo necesita descargar. Estos últimos son mis preferidos.
    
    Eché las redes y una hora después no había pescado nada interesante en ninguna. El problema era que el calentón iba creciendo y aunque pensaba que una paja a tiempo evita muchos problemas, seguí buscando.
    
    En muchas ocasiones buscas y no encuentras. En muchas menos encuentras, pero no buscabas y solo muy de cuando en cuando buscas un buen rato de sexo y lo encuentras.
    
    Un chaval me propuso quedar para conocernos ya que estábamos cerca. Me dijo que le gustaba dar polla, leche y follar, pero se conformó con una mamada que era lo que le ofrecí.
    
    Me apetecía toquetear a un tío morboso, pero no tenía muchas expectativas porque lo de no verse antes de quedar, no es buen presagio.
    
    Por el camino fui pensando cochinadas; que si seguro que venía de copas, que si se habría puesto cachondo a lo largo de la noche y la tendría húmeda y morcillona….
    
    Así iba yo por la calle buscando el número y con un bulto, poco discreto en una calzona gris y sin gayumbos.
    
    Al verle me empalmé de inmediato: era castaño, con barba bien recortada, unos ojos muy expresivos, con los que me sonrió. Iba engominado y con una camisa blanca.
    
    Me indicó con la cabeza que le siguiera y ese fue el momento cumbre cuando vi que llevaba botas de montar y pantalones blancos que definían sus piernas sin ambages y su culo con precisión.
    
    Le seguí por unos pasillos ...
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