1. El chulito, una más para la colección.


    Fecha: 03/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... os lo digo, porque allí abajo me esperaban 20 por 3 centímetros de reto a meterme en la boca.
    
    --Sí, oooooo, sigueeee. Así, lo haces muy bien, dios nena, no pares joder, no pares. Hasta abajo, muy bien, muuuy bien.
    
    Conseguí meterme todo aquello con mucha paciencia y mucha habilidad. Cuando estuve un rato así, igual que él, me apartó. Aunque él lo hizo con un poco más de brusquedad, bueno con más deseo. Se tiró en la cama, y conmigo debajo. Esa sensación, la de que estuviera encima de mí, el deseo con el que me había tumbado con él encima… me pusieron más cachonda si cabía.
    
    --Nena, me has puesto muy cachondo, y eso solo se baja de una manera. ¿Sabes cuál es no?
    
    -No, ¿qué quieres que haga, que te haga?
    
    --Te voy a follar como nadie lo ha hecho, y no es una frase hecha.
    
    Suave pero decidido, empezó a entrar en mí. Era demasiado, y se lo hice saber.
    
    -Para, para por favor, es mucho.
    
    --Tranqui nena, se ha quedado a mitad. Diooos que ricooo.
    
    Y después de 2 minutos así, volvió a entrar en mí la parte que le quedaba. El hecho de que estuviera cachonda ayudaba bastante, lubricaba mejor. Bueno eso y el preservativo que se puso a la velocidad del rayo. Al principio la sacaba y la metía despacio, pero sin parar. Me apretó contra él y empezó a lamer mis pechos. Eso me hizo darle un azote, el cual correspondió acelerando sus embestidas. Me encantaba, así que decidí seguir con mis azotes. Procurábamos no gritar mucho, pero uffff aquello era imposible. Llevaba un ritmo bastante bueno, y calculo que durante 15 minutos. Yo con mis azotes, el con sus mordidas en mis pezones, yo gimiendo, y él dándome más y más caña.
    
    --Joder nena, ¿lo que aguantas no?
    
    -Y tú, ¡me encanta!
    
    --Ven aquí, ponte a cuatro patas.
    
    -Me va a doler.
    
    --Tranquila, será igual que hasta ahora. De momento no pienso metértela por otro sitio, deja un poco para otros días.
    
    Diciendo esto, entró de nuevo en mí con el mismo ritmo de antes. Estuvimos así otros 10 minutos, solo que esta vez era Cristian quien me azotaba y yo me agarraba al colchón.
    
    --Nena, me corro, toma, me corro, diooooos, siiiiiii, oooooo, oooooo Anaaaaa.
    
    -Y yoooo, dame, dame un poco más, siiii, un pocoooo, siiii.
    
    --¡Avísame, a la vez!
    
    -Ya, dame, suéltalo, siiii, dame, dame, dame así.
    
    --Ooooo, aaaaahhh, siii diooos.
    
    Se corrió varias veces, lo pude notar. Estuvo un par de minutos, igual que yo recuperándose. Lo único que me empezaba a hacer bastante presión, eso de que midan veinte centímetros más que tú y echen todo su peso encima… pues bueno aguantas poco la verdad.
    
    Nos vestimos rápidamente y Cristian miró el móvil.
    
    --Se han cansado de esperar y se han vuelto a seguir bebiendo. Me lo han dicho hace 25 minutos jajajaja.
    
    -Estás loco, joder, que estaban nuestros amigos esperando, que van a pensar.
    
    --Pues que hemos follado, ¿Tía tú que pensarías?
    
    -¿Y a ti te da igual?
    
    --Pues sí, es lo más normal del mundo, estoy bueno y tú también. Anda tía relájate un poquito ...