1. Hermanos (Parte III)


    Fecha: 30/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... parar nuestras vulvas arriba y abajo, apretándolas la una con la otra, la miraba a la cara y se la veía desencajada del placer que nos estábamos dando la una a la otra, cerraba sus ojos y abría su boca, me miraba y fruncía el ceño cada vez que le gustaba como nuestros clítoris, enormes y duros se unían empapados en nuestros flujos, el olor a sexo, de amor entre hermanas flotaba en el ambiente, era noche de chicas, era noche incendiada de vaginas, una noche en clave femenina sola para nosotras dos.
    
    Nuestros cuerpos cada vez más sudados y cada vez con más espasmos musculares, nuestras vaginas bebiendo y alimentándose de la otra, un flujo lechoso salía de nuestras vaginas cada vez más y abundante, sentía como una ola de placer barría mi interior y como los gritos de Lara hacían que dejara de moverse, como un orgasmo increíble que la hacía abría la boca sin gritar, sin poder gritar, cerrando los ojos, abriéndolos y volviéndolos a cerrar cuando por fin conseguía explotar con un grito audible, ese mismo que sufrí yo cuando me pasó lo mismo que a ella.
    
    Las dos nos dejamos caer sobre la cama realmente relajadas, al rato me incorporé y me puse a su lado mirándola y besándola suavemente, empezamos a reírnos como locas, despertando a mi hermano Juan que dormía hacía rato o eso pensábamos. Con las risas, Juan abrió la puerta de golpe y nos vio a las dos desnudas encima de la cama, le gritamos las dos a la vez tirándole una almohada que le impactó en la cara hasta que conseguimos echarlo diciéndole solo chicas, seguíamos gritando como unas histéricas y riendo hasta que conseguimos que se fuera, al cabo de unos minutos cogí mi ropa me fui a mi habitación.
    
    Al entrar en mi habitación me tumbé en la cama pensando en lo que acabábamos de hacer Lara y yo, estaba muy excitada así que la visita de Juan no fue para nada molesta, todo lo contrario y más cuando me fijé que venía con una tremenda erección, Juan solamente quería preguntarnos una cosa y al tener Lara la puerta cerrada entro en la mía y…
    
    La verdad que ninguno de los dos intentó fingir una situación que no era, se le veía que al oírnos se había excitado y él también quería follar ¿y yo?, pues si yo también quería, se habían pasado ya todos mis perjuicios, no era esa niña de mirada triste, tímida y cabizbaja, en esos momentos era como mi hermana mayor, decidida, abierta, con la mirada felina de alguien que consigue todo aquello que se propone y sin pensarlo dos veces me abalancé sobre él, la verdad que no tuve casi que hacerlo porque con tan solo abrir mis piernas enseñando a mi hermano mi coñito él se me echó encima y sin pensárselo dos veces con su mano guiaba su pene para metérmelo hasta el fondo.
    
    No sé si Lara habría actuado igual, conociéndola estaría todavía jugando con él, chupándosela y haciendo que la deseara cada vez más, deseando lamer su clítoris y meter su lengua en su vagina, conociéndola habría hecho que él pensara que la seducía y que dominaba la situación cuando si algo había ...