1. Desde aquella noche cambió mi vida


    Fecha: 29/10/2019, Categorías: Incesto Autor: siremis, Fuente: CuentoRelatos

    ... vino a lamerle la raja sin ningún tipo de remilgo.
    
    Mamá: ¡Así! ¡Así! ¡Mija, lámeme la chocha! ¡Marcelita, chúpame la cuca! ¡Dame lengua Marce! ¡Ohh! ¡Dios mío, qué puta soy!
    
    Mi mamá no aguantó más y se corrió sobre la cara de mi hermana. Su orgasmo estuvo épico, yo sentí cómo la puta gozó.
    
    Mamá: ¡Ahh, jueputa! ¡Qué sensación tan bacana! ¡Quiero drogarme nuevamente y seguir follando, jueputa!
    
    Marcela: ¡Ahora deja que mi hermano me folle el culo! ¡Déjame a mí, perra! ¡Ya!...
    
    Mi hermana tomó por el cabello a mamá y la tumbó al suelo con fuerza, en seguida se montó ella sobre mi en la misma posición en la cual había acabado de estar mi señora madre y sin mucho esfuerzo mi verga resultó perforando ese hermoso culo con muchas ganas.
    
    Mamá: ¡Maldita puta! ¡Goza esa verga! ¡Mijo, dale a tu hermanita por ese rotundo culazo! ¡Duro! ¡Duro! ¡Ohh! ¡Wow! ¡Qué putas somos!
    
    Mi hermana daba unos saltarines tremendos y mamá también le inició una buena lamida de cuca a la vez que yo le abría esa vagina con las manos.
    
    Marcela: ¡Buena esa mami! ¡Dame lengua putaca! ¡Lame mi cochina cuca como si fuera tapita de yogurt!
    
    Después de eso le cogí las tetas a Marcela y se las apreté bastante fuerte.
    
    Yo: ¡Toma puta! ¡Toma perra!
    
    Mamá sorprendida de escucharme decir eso, dijo:
    
    Mamá: ¡¿Cómo dijiste?! ¡¿Cómo le dijiste a tu hermana?!
    
    Marcela: ¡Me dijo puta y perra!
    
    Mamá: ¡Eso mijo! ¡Ya te volviste hombre! ¡Qué rico! ¡Puta! ¡Te dijo puta y perra! ¡Qué delicia! ¡Somos putas! ¡Somos unas perras! ¡Así se hace mijo! ¡Trátanos mal! ¡Dinos puta! ¡Dinos perra!
    
    Yo: ¡Malditas putas tan buenas y tan ricas! ¡Mamasotas! ¡Ohhh qué culo! ¡Ahh que tetas! ¡Toma por ese culo, hija de perra!
    
    Mamá: ¡Así se hace y así se dice, cariño! ¡Danos duro! ¡Mañana si quieres vas a la iglesia te confiesas haces la penitencia y así empatas!
    
    Con los brazos subí a mi hermana de tal forma que ella abriera las piernas totalmente y que mi mami tuviera acceso a mi verga para que la lamiera mientras le daba con fuerzas a Marcela por el ojal del culo. En efecto mamá pasó a lamerme y a chuparme tanto las huevas como el tallo del pene que salía y entraba con ímpetu por ese ojete tan terriblemente vicioso. A veces ella sacaba mi verga del culo de mi hermana para chupármelo.
    
    Yo: ¡Ahh! ¡Ohh! ¡Ahh! ¡Qué rico!
    
    Mamá: ¡Goza hijueputa! ¡Disfruta a estas putas! ¡Dale duro por ese culo a esta zorra!
    
    Mi hermana dio la vuelta y puso sus tetas en mi boca, y le metí la verga por la chocha. Marcela saltaba alegremente sobre mí, yo agarraba ese par de tetas y lo chupaba como si se tratara de helados. Mi mami le estaba metiendo los dedos y la lengua por el culo a mi hermana, hasta que yo mismo puse mi verga en el ano de la chica y se lo hundí con agresividad. Me estaba culeando a mi hermana a voluntad, mis ideas religiosas se habían quedado atrás en ese momento. Yo hacía ruidos con la boca entre esas espectaculares tetas, le daba unos chupones de maravilla. Llegó un momento de ...