1. Propuesta indecente: Por cuanto me lo das


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... es algo que deseas experimentar?
    
    - Si… definitivamente para que no solo me cuenten.
    
    - Alexa, ¿tu estarías dispuesta a tener sexo con alguien o lo considerarías sí el pago o un favor es justificable?
    
    - A ver… ¿tener sexo por dinero? No sé… igual que le dije anteriormente: Nunca hay que decir que de esta agua no beberé, pero igual uno no se puede imaginar las circunstancias. No sé… tendría que valer la pena.
    
    - Dime, ¿cuál es la cantidad para ti que valdría la pena?
    
    Alexa se quedó pensativa por unos segundos y vacilaba su mirada observando la muchedumbre caminar. Me quedó viendo con esos lindos ojos oscuros achinados y me decía:
    
    - Mire, ya han pasado más de 15 minutos. ¿Faltan todavía preguntas?
    
    - Dos o tres… las más importantes. Dime… ¿cuál es la cantidad de dinero que valdría la pena para conllevar ese paso.
    
    - Creo que me atrevería hacerlo por mil dólares.
    
    - Bueno, te voy a hacer la última pregunta, pero piensa muy bien tu respuesta porque de otra manera volveré a hacerle la misma entrevista a otra chica… así que piénsalo bien. Te ofrezco $500.00 para que cojas conmigo por dos horas.
    
    Alexa se sonrojó y quedaba en un silencio. Lo estaba debatiendo interiormente pues tampoco había tomado camino. Comenzó y por segundos golpeaba con sus dedos el plástico de la mesa. Se levantó diciendo una expresión entre sus dientes que no logré entender, pero luego ella me preguntó: ¿Y a dónde lo haríamos? – Le dije que me hospedaba en un hotel de renombre cercano al lugar y fue algo que alivió su tensión e inseguridad, pues no estaba dispuesta a ir a un motel de mala muerte o de segunda clase. Velando por su seguridad ella me preguntó por qué nombre estaba registrado y vi que tomó su celular he hizo una llamada. Cuando lleguemos a la recepción del hotel, ve y pregunta si tienes mensajes y ellos te dirán algo que quiero escuchar de ti y solo así subiré a tu habitación.
    
    Entendí que se sentía insegura y era comprensible, pues en una metrópolis como la ciudad de Guadalajara no son raros crímenes de todas clases. Una vez pasado ese bache subimos hasta el decimo cuarto piso, donde me quedaba en una suite que llaman ejecutiva. No era el típico cuarto de hotel, pues en este había una pequeña sala, un baño con dos lavamanos y una regadera con una tina de buen tamaño y, luego tenía su habitación a parte y en la sala había un refrigerador abastecido con algunas cervezas, pequeñas botellas de diferente licores y tres tipos de vino. Alexa dio una vuelta alrededor de la suite y abrió el refrigerador diciendo: - ¿Puedo tomar una cerveza? Necesito calmar mis nervios… ¿puedo?
    
    Mientras tomaba su cerveza me pidió que me fuera a tomar una ducha y que ella haría unas llamadas telefónicas pues tendría que inventar algunas excusas por el extra-tiempo tomado y que luego ella también pasaría a bañarse. De esa manera sucedió. Yo salí del baño solo con una toalla cubriéndome del abdomen hacia abajo, como si fuera una falda y luego Alexa entró. Escuché que ...
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