1. Mudanza en el camión de papá


    Fecha: 27/10/2019, Categorías: Incesto Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... rico.
    
    Calculo que fueron los efluvios del destilado de uva, que solo nos bastó en ese momento mirarnos a los ojos, tomarnos de la mano, levantarnos y fundir nuestras bocas en un intenso beso, en el cual nuestras lenguas danzaban al son de la música que sonaba de fondo, la que nos invitaba a sacarnos la ropa mutuamente, al llegar a sus calzoncillos y bajarlos, su cipote salió disparado de su encierro, palpitante, caliente y lleno de venas, el que no dude en llevarlo a la boca, por primer vez saboreaba el lugar por el que alguna vez salió el espermatozoide que fecundo el ovulo que me engendro.
    
    Si bien no era inmenso, me costaba succionarlo, yendo desde su punta hasta casi la pelvis, haciendo tope en mi garganta, hecho que en varias oportunidades me dio arcadas.
    
    No hizo falta mucho tiempo para que se descargara dentro de mi boca, creo que su excitación se elevó, pues, mientras chupaba y saboreaba su pija, no deje de mirarlo a los ojos con la mejor cara de perra que podía poner.
    
    Sabia rico su semen calentito, no desperdicie ni una sola gota, porque lo que se cayó entre mis tetas lo junte con mis dedos y lo introduje en mi cavidad bucal.
    
    Con sus fuertes manos me tomo de las axilas haciéndome parar, me beso sin importarle que aún quedaban restos de su semen, bajo sus manos a mi vagina, que se encontraba húmeda por demás, perdiéndose sus dedos dentro de ella, también mi orgasmo fue casi instantáneo, con unos grititos y gemidos le anuncie la llegada, su cara fue de sorpresa, (no sabe que aparte soy multiorgásmica) y felicidad.
    
    Me alzo en brazos llevándome a la cama, me deposito con dulzura en ella abriendo mis piernas, para perder su cabeza entre ellas, con su hábil lengua comenzó a recorrer todo el contorno de mi vagina, separando los labios con una habilidad que no tuvo ninguno con los que he estado, la suavidad y tersura me excitaba cada vez más, hasta que la puso dura para jugar con el clítoris, haciendo como si fueran ochos a su alrededor tuve otro orgasmo, fluidos que recibió al instante para beberlos con fruición.
    
    Puso su cuerpo sobre el mío, su verga ya recuperada hurgo entre mis pequeñas piernas encontrando lo que buscaba, la entrada de mi vagina, que vulnero sin mucho esfuerzo penetrando hasta su fondo, siempre con una dulzura y delicadeza que nunca había sentido, comenzó con su mete y saca, por momentos suaves y lentos, por momentos más duro y rápido, siguió con ese ritmo por un rato, paro en seco dándome vuelta y poniéndome en cuatro (perrito) hizo una estocada a fondo, me daba más duro que antes, otro orgasmo mío.
    
    Cuando me escucho gemir sentí algo tibio en el culo, el muy guacho me lo escupió para meterme un dedo, moviéndose más rápido, no tenía pensado bajo ningún concepto darle el chiquitito, nunca había entrado nada que se le parezca a una verga por ahí.
    
    De repente escucho algo que me encanto, el gemido y los gritos que tantas veces había escuchado a través de la pared cuando cogía con mi mama, mientras estaba ...
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