1. Feliz aniversario


    Fecha: 27/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Flavio, Fuente: CuentoRelatos

    ... turno de sus piernas, desde arriba hacia abajo eloenora desataba nudos y volvía a subir desde los tobillos hacia la parte donde estaba la toalla, justo debajo de su cola. Se repitieron los movimientos al compás de aquella música relajante hasta que la voluptuosa masajista le indicó que se diera vuelta, Laura lo hizo, esta vez tapó con una toalla sus senos y la zona inguinal producto del pudor que le causaba que una desconocida la viera sin ropa, la masajista al notarlo sonrió.
    
    Comenzó a masajear su cuello y colocó piedras tibias sobre su abdomen mientras alternaba entre sus brazos y la parte inferior de su quijada. Salteó la parte cubierta por toallas, bajó a su abdomen, retiró las piedras, pero está vez se las dio a sostener a Laura que a esa altura estaba en estado de transe por la relajación, bajó aún más, pasó de largo la parte donde la segunda toalla tapaba sus partes íntimas y llegó a sus piernas que también masajeó con mucho aceite y suavidad.
    
    En un determinado momento levantó una de las rodillas de Laura para hacer su trabajo sobre la zona de los aductores, primero en una de sus piernas y luego pasó a la otra, Laura estaba tranquila, confiada y se movía tal cual le indica sin hablar su masajista.
    
    Con el cuerpo de su clienta cubierto en aceite, la masajista comenzó a subir cada vez más por sus piernas, las yemas de sus dedos índice y pulgar corrían cada vez más la toalla que cubría a Laura que abrió sus ojos como no entendiendo lo que sucedía, Eleonora fue más allá y vertió más aceite, esta vez directamente en las piernas de su sorprendida clienta, que dudaba en frenar la situación por sentir un exceso de la masajista o tomarlo como algo característico de la profesión.
    
    Lejos de ser algo normal en este tipo de prácticas, las intenciones de la blonda mujer se hicieron evidentes cuando sus dedos, llegaron a la vagina de Laura, que intentó detenerla, pero no pudo, la sensación era demasiado reconfortante. Los dedos índice y medio de la masajista recorrían los costados de su vagina, los tocaba con suavidad y la mezcla de aceites naturales con la humedad provocada por la excitación, provocaron que Laura vuelva a cerrar sus ojos y asiente su cabeza nuevamente sobre la camilla. Las piedras, que aún estaban en las manos de Laura soportaron la fuerza descomunal que la excitada clienta aplicaba sobre ellas.
    
    Eleonora al notar la complicidad de Laura retiró la toalla para seguir más cómoda y al mismo tiempo, la toalla que cubría los senos de su clienta también fue quitada para ser remplazada por aceite, y mientras que su mano izquierda rozaba el clítoris de Laura, la derecha masajeaba sus senos, uno por vez, pasando su mano también entre medio de estos, haciendo movimientos circulares sobre sus pechos y presionando sus pezones.
    
    Laura nunca había estado con una mujer, la sensación era distinta, más suave, más delicada y no quiso perderse la oportunidad de probar un beso, así que volvió a levantar su cabeza para probar los labios de ...