1. Mi suegra es mi mujer (capítulo 4)


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: alejandro79, Fuente: CuentoRelatos

    ... puedo darte una cría. –me dijo con picardía.
    
    Después del baño, salimos apenas cubiertos con los paños a la sala. Estrella veía televisión en el sillón vestida solamente con una camiseta. Ese día había dejado de usar calzones porque la excitación de mirarnos la obligaba a quitárselos cada vez que se masturbaba.
    
    Le quité el paño a mi amada suegra, y la coloqué en el sofá, de rodillas, mirando hacia la pared. Me puse de rodillas, como quien reza en el altar del pecado y busqué sus deliciosas nalgas. Las besé, las lamí y con mis manos las separé para que se ofreciera el bello hueco de su culo. Me encantaba mamarle el ojete recién bañado y hundirle la lengua hasta donde alcanzara. Ella gemía y maldecía mientras arqueaba la espalda para que la mamara más profundo.
    
    Estrella miraba y se hundía el consolador en su vulva rasurada. Se daba golpecitos en el clítoris con el consolador mientras se acariciaba rabiosa las tetas con la otra. Mi suegra, loca de deseo me exigió –Dame esa verga papi, que ya no aguanto más –mientras se abalanzaba sobre ella para lubricarla con babas y saliva.
    
    La sodomicé una vez más, hundiéndole mi verga profundo en el ano. Mi suegra movía el culo sensualmente. Volvió a ver a su hija y le dijo –ves esto cabrona, así se conquista a un hombre. No quisiste darle el culito a tu esposo y ahora tú te lo pierdes.
    
    Mi verga siguió ensanchando ese delicioso agujero, entrando y saliendo sin parar, mientras contenía la eyaculación. Cuando mi suegra presintió mi clímax, sacó mi verga de su culo y se echó boca arriba, alzando las patas en el aire. –Ven papi, riégate dentro de mi sapo.
    
    Dame toda tu lechita. Quiero que tu semen me inundé toda. Obedecí loco de deseo y la penetré por el mico. Bombeé solo diez veces antes de explotar en un delicioso clímax.
    
    Mi suegra se sacudió, dio un grito y tuvo un violento orgasmo mientras mi verga todavía palpitaba dentro de su coño. La miré a los ojos y supe muy bien lo que pasaba por su mente. Fantaseaba que la preñaba, ahí, delante de su hija, en un acto amoroso de sodomía, exhibicionismo y adulterio. 
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