1. Mi suegra es mi mujer (capítulo 4)


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: alejandro79, Fuente: CuentoRelatos

    ... papito”.
    
    Ella no entendió de que se trataba pero obedeció sumisa. Tomó mi verga entre sus manos y se acercó a ella con la boca abierta. Se la tragó toda y me dio una mamada riquísima.
    
    Mi suegrita miraba deleitada mientras me acariciaba las nalgas con una mano y se masturbaba con la otra. La miré a los ojos con malicia y le dije a Estrella –De verdad que eres una hija de puta.
    
    Poco después terminé en su cara pero mi suegra no dejó que se limpiara mi semen, y en cambio lo lamió de las mejillas y los labios de su propia hija. Sentí una excitación increíble, pero no pude concertarlo porque mi verga ya estaba satisfecha y mis testículos vacíos.
    
    Después salimos de la habitación, dejando a Estrella más confundida y excitada que nunca. Supongo que esa noche se hundió su consolador en el sapo hasta el cansancio, mientras su madre y yo compartíamos el lecho nupcial.
    
    Más tarde, en horas de la madrugada desperté a mi amante suegra para culeármela una vez más. Toda esa historia de infidelidad, embarazos y sexo me había dejado loco de deseo y aún más enamorado.
    
    El sábado por la mañana nos sentamos a desayunar y mientras lo hacíamos apareció Estrella, bañada y vestida de forma poco común. Llevaba un estrecho short de algodón, que se le hundía en el mico, lucía unas sandalias de plataforma y una blusita de tirantes sin brassier. La verdad es que se veía muy rica.
    
    Su mamá la miró de arriba abajo y no dijo nada, pero después de un rato comentó –No te hagas ideas Estrellita. Ahora este es MI hombre. Si él quiere, te puede hacer lo que desee, para eso es tu marido, pero no te imagines que lo vas a reconquistar. La mamadita de anoche fue solo lujuria y mucho vino. Aún no le dirigía la palabra a mi esposa, pero acerté a sacar la lengua para que mi suegra me la mamara como le gustaba hacer. Ese beso lujurioso a mi nueva hembra era mi comentario.
    
    Ese fin de semana transcurrió como ya era nuestra costumbre, entre sexo, vino, pornografía y amor. Yo fornicaba con mi suegra mientras mi esposa miraba y se masturbaba en un rincón.
    
    En la tarde, mientras me bañaba con doña Marcela, le comenté –Amor, me encanta cometer adulterio contigo. –Así es papi. Es muy rico el adulterio, sobre todo cuando el ofendido es una persona que te ha traicionado –comentó recordando su vida pasada de fornicación y pecado con su segundo esposo Jorge –y me sabe mas rico que el adúltero que me está culeando sea mi yerno.
    
    La besé con pasión mientras sentía sus tetas enjabonadas resbalarse contra mi cuerpo desnudo. –Lo único que podría hacer esto más rico es que me preñaras, que me hicieras una cría –me dijo mientras me miraba con amor.
    
    Me quedé sorprendido y mi verga se endureció un poco. –Veo que te gusta la idea papi –me dijo con picardía –Imagínate, tu hijo bastardo sería el hermano de tu esposa, o sea, tu cuñado. Jajaja!
    
    Mi verga terminó de erectarse. Nunca había imaginado eso, pero la idea de preñar a mi suegra me excitaba mucho. –No estoy tan vieja. Todavía ...