Familia Corrupción y Sexo 37 - Relatos Eróticos

Familia Corrupción y Sexo 37

... metido, me gusta que disfruten de un buen “chorizo picante” bañarlo en jugo especial, mientras mi música suena, tomarme mi tiempo, moverlo con suavidad al principio, pero en su momento ponerle fuerza, restregarlo en la masa, que se caliente el horno, me encanta cuando son deliciosas como el queso, blanco con sabor y olor, meter con gusto salchicha para que gane fuerza, carajo, que tengo ganas de romperle el culo o la concha, que hembras así gimen de manera deliciosa, siempre disfrutan cuando se les hace bien la pizza, aunque las metas en una sucia bodega o a mitad de la barra, me encanta en medio de la mesa, eso si te digo hijo, si sabes tú negocio las clientas piden más, la cocina como el sexo es un arte que domino, y sé cómo hacer gozar a todas por igual, si, siempre terminan regresando, AHHH – le decía el viejo a Jerry, algo incomodo, pues su padre tenía un habito de correrse en las pizzas de algunas clientas, solo las mas sexys que le llamaran la atención, esas de cuerpos candente, o rostros hermosos, y justo eso estaba haciendo, fantaseando en cómo la Jenny se comería eso, imaginándola tragarse su leche en medio de la comida, aunque también agregaría.

Oye papá, no es buena idea hacer eso ahora – decía nervioso el chico.

Que va, si hembra que se respete le gusta la leche, la de buen macho, y seguro esa vuelve por un poco de chorizo, aunque las chiquitas no están nada mal, si la media esta poniéndose rica, en unos años veras, y la pequeña tiene un culito sabroso, carne de calidad, cuando crezcan serán merecedoras de mi peperoni – dijo el viejo mañoso.

Papá no es buena idea – repitió Jerry nervioso.

Haber, quien va a saber más de esto, tú o yo – dijo el viejo molesto.

Una cosa más, mi pizza sin esa cochinada de segunda, es más quiero verlo a usted comerla, porque mis hembras solo prueban de mi leche – diría Dany asomándose por el mostrador con cara de pocos amigos, sospechando que podría pasar lo que estaba viendo, dejando blanco del miedo al viejo quien perdería todo el vigor.

Así tuvo Jerry que hacer todo de nuevo mientras el viejo intentaba no perder la cara frente al cliente, que se tronaba los nudillos listo para dejarle ver como un macho defendía a sus hembras, esperando no meterse en problemas mayores, aunque Dany no le molestaban los pervertidos, si el mismo lo era, pero meterse con lo suyo era otra cosa, así que tomarían la pizza para llevárselas, además que le regalaban una ración de papas fritas, pero antes de irse Jerry pediría perdón por su padre, aunque este le diría:

Tranquilo, si me gusta tu idea de hacer una película en tu local, quizás un pervertido mesero haciendo de las suyas, me agrada, las películas que hacemos, no son solo ver coger a la gente, nos gusta mostrar erotismo, así que descuida, podríamos tener un trato, pero si el viejo se mete con mi hembra, yo voy a rebanar el peperoni con un ralla queso – sentencio molesto Dany.

Después de eso, el cuarteto se iría al departamento de Jenny, donde ...