Un castigo en la granja (18) - Relatos Eróticos

Un castigo en la granja (18)

... Creo que hasta se ha meado un poco!

- Jajaja, la muy guarrilla se lo está pasando de vicio!

- Es un encanto y haré todo lo que esté en mi mano para que se lo pase bien!

- En tu mano en tu polla! Jajaja!

- Esa la he guardado para ti!

- Pues te contaré lo que va a ocurrir cuando llegue Juan para que hagas buen uso de ella!

Según hablaba sacó la polla fuera del mono y se agachó para pasar la lengua rodeando el capullo. Abrió sus candorosos labios y lo succionó lentamente haciendo que sintiera la suave penetración en su boca. Ceci era exquisitamente deliciosa. Le dio varias chupadas de una forma majestuosa provocando que casi me temblarán las piernas.

Volvió a ponerse de pies y me agarró una mano para llevármela entre sus piernas.

- Vamos! Tócame bien! Ponme a tono!

Pasé la mano por su coño sintiendo el calor que manaba de él. Volvió a besarme para acabar mordiéndome el labio inferior y tirar de él con sus dientes provocándome aún mayor excitación.

- Cuando oigamos llegar el coche de Juan, sintarás en esa silla totalmente desnudo. Yo me inclinarse con el culo hacia la puerta para que sea lo primero que vea cuando entre. Comenzaré a chuparte la polla mientras se desnuda, y él ya sabe que tiene que hacer!

- Y qué tiene que hacer? – pregunté como un verdadero idiota.

Me miró con su mueca habitual y paso dos de sus dedos por mis labios.

- Me seduce tu ingenuidad, primito! Que crees que hará, quedarse mirando?

- Supongo que no, pero me gustaría que me lo contaras!

Volvió a besarme cálidamente mientras me volvía a sobar la polla.

- Cogerá el tarro de vaselina que he dejado sobre la mesa. Se untará los dedos con ella. Se pondrá detrás de mi, me levantará la falda y me insertará la polla hasta que sus huevos choquen contra mi culo. Yo tendré tu polla en mi boca, y eso provocará que me la tragué entera. Estoy segura de que te gustará. Espero que aguantes y no te corras al sentir como penetra en mi garganta, porque después tendrás que follarme.

La verdad es que su relato me había puesto incandescente y no sabía lo que podría aguantar con la polla metida en su cálida boca.

- Y la vaselina? – pregunté impaciente.

- Mientras me folla, meterá los dedos untados en mi culo y me lo dejará a punto para recibir unos buenos pollazos!

Ya no dio tiempo a más, oímos llegar el coche y me quedé totalmente desnudo sentado en la silla que me había dicho. Ella se quitó la camisa quedándose tan solo con la falda, sin bragas y subida en los altos tacones. Se inclinó y volví a sentir mi polla dentro de su boca.

La puerta se abrió y apareció Juan con cara de desesperado. Parecía tener claro lo que tenía que hacer. Se desnudó en un abrir y cerrar de ojos sin decir nada. Yo le miraba algo atónito sin saber si iba a seguir todos los pasos que me había relatado Ceci. Pero así lo hizo.

Se untó dos dedos con vaselina y se acercó hasta nosotros. Levantó la corta falda de Ceci y agarrando la verga con la mano sin vaselina, ...