1. Jugando pádel


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Incesto Autor: vorpatril, Fuente: TodoRelatos

    ... triángulo de tela sujeto en su sitio por finos cordones. Aunque había tenido vistazos fugaces de la prenda en la pista de tenis y la piscina por fin pude ver su precioso par de nalgas en todo su esplendor.
    
    Volvió a sentarse junto a mí. Esta vez creo que con toda intención rozando con su duro culito todo mi brazo. Le sonreí y no me lancé sobre ella en ese momento por que su hermano estaba allí y los deseaba a los dos.
    
    Se pegó más a mi muslo rozando nuestras piernas. Me giré hacia Carlos.
    
    - Tira de la lazada. Me parece que te gustaría verme las tetas.
    
    A su confirmado bello hermano le pedí que soltara el nudo de mi sujetador girándome. Con lo cual yo volvía a enseñar más piel que ella.
    
    - Vaya Olga, menos mal que en la piscina no se pude hacer top less. O todos nos pondríamos malitos viendo esas dos preciosidades.
    
    - No exageres, Natalia que las tuyas son impresionantes y más grandes que las mías. Mi suje apenas te cubre los pezones.
    
    - Si que es un poco pequeño para mí. Pero eso lo hace más interesante. ¿Verdad?.
    
    En ese momento contestó su hermano.
    
    - A mí es a quién estáis poniendo duro, entre las dos.
    
    Notaba sus manos en mi espalda mientras las mías acariciaban los pechos de ella según la ayudaba a subir la poca tela que los cubría. Notaba su polla dura rozando mi culo detrás de la fina tela de su pantaloncito de deporte.
    
    - Eso me parece que lo estoy sintiendo yo.
    
    Mientras lamía la sal del sudor del cuello de la hermana. La mano del chico pasó por encima de mis piernas para buscar entre sus torneados muslos su coñito.
    
    - ¡Lo sabía!. Vosotros os queréis mucho.
    
    - Pero mucho, mucho. No parece que te importe.
    
    - Si me dais un poco de cariño a mi también, en absoluto. Me da curiosidad y morbo.
    
    La sonrisas lascivas y las caras de morbo decían todavía más que las palabras. Y eso que lo estábamos dejando todo claro.
    
    - Desde luego no te vamos a dejar sólita.
    
    Y cerró mis labios con un lascivo beso. O más bien los abrió más para meter su lengua en mi boca hasta la campanilla. La mía respondió cruzándose y jugando.
    
    Yo ya me besaba con ella. Nuestras lenguas cruzándose con ansia intercambiando saliva que resbalaba por las barbillas cayendo sobre nuestras tetas desnudas.
    
    En mi nuca notaba la lengua del hermano excitándome aún más. Mientras sus habilidosas manos terminaban de quitarnos las pocas prendas que nos quedaban. Y él se libraba de su short de tenis.
    
    Mi tanga desapareció misteriosamente, no he vuelto a encontrarlo, más que en la cadera de Natalia la siguiente vez que nos cruzamos en la piscina. Claro que Carlos me ha regalado un precioso body y unas medias como compensación.
    
    Ella acariciaba mi vulva y buscando el clítoris con la yema de los dedos. Me recostó sobre el pecho del chico babeando mis tetas, el vientre, el ombligo. Por entones fue cuando me corrí jadeando y gimiendo como una vieja locomotora.
    
    Mientras él me subía sobre sus muslos, ella abría los míos para acariciar los labios de ...