1. Jugando pádel


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Incesto Autor: vorpatril, Fuente: TodoRelatos

    ... pensaba que me encantaría lamer ese sudor directamente de su piel. Me puse a gatas dándoles la espalda para buscarlo en la bolsa que había bajado. Así ellos veían mi culo, mis nalgas separadas, la gomita del tanga que apenas tapaba el ano y los labios de la vulva marcados en la licra.
    
    Me giré para darle la prenda y sorprendí con agrado las miradas lascivas que ambos me estaban dedicando. Sus ojos clavados en mis posaderas.
    
    Rocé los dedos de Natalia para alcanzarle una prenda que apenas cubriría sus pezones. Su sonrisa al verla me indicó que le agradaba la idea de ponerse tan impúdico trozo de tela.
    
    Sin más tardanza se sacó el polo sudado, dejándonos ver sus preciosos pechos. No pensábamos que nadie mirara así que no se tapó más. Unos segundos más tarde los tenía tapados, por decir algo, con mi sostén.
    
    Tras ponerse el sujetador se sentó con las piernas cruzadas frente a nosotros, lo que levantaba la cortísima falda y nos mostraba la húmeda tela del tanguita. Por lo menos a mí que la miraba justo enfrente.
    
    Tumbada boca abajo en mi toalla, me permitía ver su húmedo tanga introduciéndose entre los labios de su depilada vulva. Sabía que ambos me estaban mirando el culo perfectamente expuesto en esa posición. Sus lujuriosa miradas estaban clavadas en mi grupa. Les ofrecí ir a tomar algo a mi piso, un almuerzo ligero y seguir conversando.
    
    - Si ya estáis cansados podemos subir a casa, os invito a almorzar.
    
    - Tendríamos que ducharnos antes.
    
    - Da igual, con el calor que hace volveríamos a sudar en minutos. Animáos. Y podéis hacerlo en mi piso.
    
    Se miraron el uno al otro como pidiéndose permiso.
    
    - Vale, genial.
    
    Me cubrí la cadera con un pareo de gasa trasparente y no les di oportunidad ni para que se negaran ni para que fueran a buscar mas ropa. De hecho arrimando mis tetas al pecho de él impedí que volviera a ponerse la camiseta. Nadie nos vería en el breve trayecto en el ascensor.
    
    - No hace falta que os tapeis más. Solo vamos a coger el ascensor.
    
    Ya en mi piso les indiqué que se pusieran cómodos mientras dejaba caer las sandalias y el pareo y me dirigía a la cocina. Al volver con la bandeja, meneando el culo, me senté entre ellos dejando que mis muslos desnudos rozaran los suyos.
    
    - Si queréis algo más solo tenéis que decirlo.
    
    Eso sí que iba con doble intención.
    
    - Podría pedirlo, pero creo que tu también quieres pedirlo y darlo.
    
    Me apoyaba en uno o en otro para charlar según me convenía. Tocando su piel con toda confianza. Le dije a ella que podía sacarse la minifalda con toda confianza. Así estaríamos las dos iguales.
    
    - Yo solo estoy con el bikini. Natalia igual te estorba la falda. Con este calor sobra todo.
    
    - Tienes razón, total eso no tapa nada.
    
    Uniendo la acción a la palabra se limitó a ponerse en pie y dejar caer la falda al suelo. La apartó de una parada y dió una vuelta sobre si misma. Estaba claro que a los dos nos gustaba lo que estábamos viendo.
    
    El tanguita era algo mínimo, apenas un ...
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