El viaje de Iván - Relatos Eróticos

El viaje de Iván

... feria estaba en otra ciudad, nose si quiso hacerme el lío, pero me tranquilizo saber que había un bus que en 1 hora te dejaba en dicha ciudad. Asi que le pregunté donde cogerlo y me dirigí a la parada. A estas alturas estaba un poco hasta los huevos, pero seguí adelante.

La ciudad en concreto era Pushkar , Rajastán, cerca del desierto del Thar. Me baje del bus y emprendí la marcha hacia la feria. Aún no había hecho ni llegar, y el olor a animales impregnaba el aire. Rico olor a animales pensé en mi mente, hacía semanas que no tenía relaciónes zoofilicas pero dudaba que ese día fuera a hacer algo con algún bicho, más que nada porque no estaba en España sino en India, y como te pillen no quiero pensar en que podría llegar a pasarte.

La feria era enorme, debía de haber miles de animales concentrados e hindúes también. Se observaban, camellos, caballos, vacas, búfalos, algún que otro elefante y animales más pequeños como cabras, gallinas y perros. Yo en España había estado en alguna feria de ganado pero no sé podía comparar con aquello. Observaba todo con atención, por lo menos no era el único turista en la zona, aún así seguía sintiéndome observado constantemente.

Vi un pequeño espectáculo donde hacían bailar a los camellos vestidos con indumentarias exóticas. Más tarde pasaron a exhibir caballos de la raza Marwari, autóctonos de la India. Tenían unas orejas peculiares curvadas hacia adentro y presentaban un cuerpo ágil. También los hicieron bailar al ritmo de los tambores, bastante exótico todo, no pude evitar empalmarme un poco al ver a los equinos, recordando al caballo de mi abuelo con el que solía disfrutar a menudo de sexo zoofilico. Luego de ver ambos espectáculos, me quedé viendo un concurso de búfalos, el mejor animal ganaba un premio y reconocimiento para su ganadería. Eran unos bichos enormes, pero lo que más me llamó la atención eran los enormes truños que salían cuándo se ponian a defecar. Nunca había visto sacar tanta carga de mierda a un animal, y los hindúes no se cortaban ni un pelo en recoger dicha mierda con sus propias manos. Me dio bastante morbo imaginarme que era yo el que hacía eso.

Hace un año descubri mi atracción por la mierda, pero no a la mierda humana sino a la animal. Fue en casa de mi abuelo con su caballo que empecé a experimentar. Yo ya había follado con el animal hace bastante tiempo, y un día la curiosidad me pudo. El caballo defeco y agarre sus excrementos para untarmelos en la polla mientras me pajeaba. Las primeras veces fueron así, luego ya pasé a probar un trozo que acabe vomitando. Poco a poco me iba gustando el sabor de los zurullos, no comía muchos por mantener mi salud bien, dentro de las circunstancias, pero el morbo y placer que me daban era inmenso.

Ya habia visto bastante por la mañana así que decidí que era hora de ir a comer por ahí. Caminando hacia la salida, haciendo bastantes vueltas porque aquello era un laberinto, me fijé en una vaca en un terreno bastante oculto a la vista. ...