El viaje de Iván - Relatos Eróticos

El viaje de Iván

Relato inventado con personajes ficticios

ADVERTENCIA!! NO APTO para personasSENSIBLES y estómago frágil. Este relato contienecoprofilia, si no sabes que es, te invito a que lo busques antes de continuar leyendo. (Esta historia es una tercera parte de Iván ambientada años después de -Iván y el caballo - no es necesario leer ese relato dividido en dos partes, pero ayuda a conocer al personaje)

IVÁN VIAJA A LA INDIA, Y ACABA SUCUMBIENDO A LA ZOOFILIA

Pensé que nunca terminaría el vuelo. Fueron más de 10 horas de avión, tuve escala en Dubái para coger un segundo vuelo, pero aún así se hizo eterno. Baje por la puerta de embarque y me dieron muchas ganas de besar el suelo, por fin había llegado a Nueva Delhi. Me dirigí al exterior para coger un taxi, todos querian que me subiera a su coche, claro, un chico blanco de 24 años que seguro tenía mucha pasta, y yo tonto no era, sabía que me acabarían cobrando más de lo que valía el viaje. Me decanté por subirme en una motocarro típica del país y que tantas veces había visto en peliculas, documentales o en las noticias.

Ahora os preguntaréis que hacia en la India, pues sencillo, necesitaba desconectar un poco de mi vida, hacer un viaje fuera de España y un amigo hindú que tengo en Toledo me recomendó su país para hacer una escapada espiritual por así decirlo, buena publicidad me hizo el cabron. Investigué por páginas web información sobre el país para no llevarme muchas sorpresas y me acabo gustando la idea de pasar un par de semanas por allí. Estuve unos días poniendome vacunas que recomendaban para no pillar una enfermedad chunga y compré mi billete, partiría el 9 de enero con vuelta el 23 de enero.

La motocarro era veloz, cuando no se veía obligada a detenerse debido al caótico tráfico de las calles de Nueva Delhi. El tráfico en India, era horrible, coches circulando por donde querían, cientos de personas cruzándose delante de los coches, grandes atascos, los pitidos constantes de los vehículos que acababan dándote dolor de cabeza, vacas sueltas, cuando finalmente llegue al hotel me eche sobre la cama, me encontraba más muerto que vivo. Llevaba conmigo un programa que pretendía cumplír sobre cosas para ver en la ciudad y alrededores, me hubiera gustado incluir unos días en Bombay, pero me pillaba muy lejos y terminé descartando esa visita, me limitaría sólo a la zona norte del país.

Los primeros días estuve a tope viendo cosas como la Puerta de la India similar al arco del Triunfo de Paris, el Fuerte Rojo o el Templo del Loto, todos ellos lugares espectaculares, pero nada se comparaba con el Taj Mahal, a unas horas de Nueva Delhi, en la ciudad de Agra. Una impresionante estructura de mármol blanco que no dude en visitar, y no me arrepiento de ello. Pero no todo era bonito, por las calles la pobreza se notaba en cada esquina, la gente con miembros amputados -los intocables- eran frecuentes, niños y adultos siguiéndote para conseguir algo de limosna. Hubo días que observaba escenas ...