1. Probando frutas maduras y ajenas (3)


    Fecha: 31/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    ... –dije con voz de deseo.
    
    –¡Claro que puedes!, Goya me contó qué tan puto eres –afirmó jalándome el tronco que ya babeaba, salpicándose las piernas y la mano.
    
    –¡Ah, el puto soy yo! ¿Ella no? –pregunté con falso tono de indignación.
    
    –Sí, ella aprendió a ser puta con las veces que cogieron ustedes y ahora yo quiero ser la más puta de tus alumnas –dijo, llevándome hacia la recámara.
    
    Una vez que llegamos allá y me pidió que me acostara, sacó y encendió su laptop sobre el peinador. “¿Vas a video grabar las lecciones?”, pregunté. “No sería mala idea…”, dijo, y después de hacer una pausa añadió “¿Tú aceptarías?”. No supe que contestar.
    
    –¡Ya lo encontré! –exclamó, dándole play a una presentación en “PowerPoint” –éste me lo encontré en Internet. Es un compendio de posiciones sexuales y hay muchísimas que no me han hecho y quiero que me hagas todas las que podamos antes de caer rendidos –explicó tomando el control remoto y se acostó a mi lado.
    
    –“hay muchísimas que no me han hecho”, pensé que sólo habías cogido con tu esposo –repetí su dicho, enfatizando el plural, y precisé mi duda.
    
    –¡Pues no!, seguí tu consejo de darme otras oportunidades para disfrutar de hacer el amor. Claro que quería darme oportunidad contigo, pero nunca antes que mi jefa, a quien la dejaste encantada con tus versos, caricias y besos. Ella debía ser primero que yo en llevarte a la cama –me aclaró, dejándome ver que yo sólo era un juguete para estas bellas señoras maduras.
    
    –¿Cuántas posiciones hay allí y cuántas te faltan? –pregunté.
    
    –Eres el primero a quien le enseño esta joya de recetario con el fin de darme gusto –me aclaró antes de darme una chupada en el pene.
    
    Después que terminó de saborear la miel que soltaba mi glande, se incorporó y yo, en retribución, le chupé la vagina después de preguntarle con cuántos más se dio oportunidad.
    
    –¡Ay, qué rico! ¡Esto nunca me lo hicieron! Sí los tres oportunistas me pidieron que los mamara, además de mi marido, pero ninguno puso su boca en mi pepa. ¡Es delicioso el beso en estos cuatro labiooos! –gritó cuando le sorbí el clítoris.
    
    –Lo que pasa es que tú estás deliciosa, por eso sientes así –dije abrazándola y tomé el control para pasar rápidamente las diapositivas. Eran más de 20 posiciones, de las cuales, algunas eran solamente contorsiones de actos circenses. Regresé al inicio la presentación– ¡Comencemos! –dije devolviéndole el control.
    
    Me la cogí toda la noche, sin necesidad de ver la presentación. Sólo me dejé llevar por sus ganas. Disfrutó enormemente el sexo oral, y en el 69 probó el sabor del esperma, el cual le gustó mucho. “¿Te han hecho el sexo anal?”, pregunté para saber si también por allí se lo metería. “No”, me contestó, “¿Se siente rico?”, insistió. “A algunas les gusta y a otras no” dije sin mayor explicación. Se vino muchísimas veces, algunas seguidas, como vagones de trenecito, y yo sólo eyaculé tres veces, contando el mañanero. También la cargué en la ducha haciéndola gritar de ...