1. Masajes prohibidos


    Fecha: 08/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Gusti71, Fuente: CuentoRelatos

    Conocí a la hija de mi mujer cuando ella era una niña, con los años construimos una relación de padre e hija.
    
    Ella a sus 22 años era una princesa, delicada, bella pero también tremendamente sexy. Ella aún seguía pidiéndome mimos como cuando era pequeña, seguía siendo pegota conmigo, por lo cual a veces le hacía masajes en sus pies y espalda. Una tarde, estando solos en casa, ella me pidió masajes, me dio una crema que quería que le pase y yo accedí.
    
    Comencé por sus pies, ella es la única persona a la que le he tocado los pies, me dan mucho asco en general pero no los de ella que hasta puedo besar. Ella boca abajo sobre su cama, vestida con un short muuuy corto, de esos que dejan que parte de sus nalgas escapen por debajo y muy ajustados marcando cada parte de su anatomía y en su torso una demerita sin mangas blanca y corta, de las que dejan la panza al descubierto. Luego comencé a subir, pase a sus pantorrillas, parte trasera de sus rodillas, parte trasera de sus muslos.
    
    Lo hacía suavemente pero con firmeza. En todo momento no podía dejar de mirar su culo, hermoso, parado, firme, asomando por debajo de su short, el cual se hundía en su culo profundamente. Cuando subí más, me detuve antes de llegar s sus nalgas para pasar a la espalda. Le dije que se sacara la remera para que fuera más fácil, ella manteniéndoselo boca abajo se la sacó y no tenía corpiño debajo. La recorrí de arriba hacia abajo. Ella largaba suaves gemidos de placer y relajación. Cuando pasaba a la altura de sus pulmones estiraba al masaje lateralmente, por lo que mis dedos pasaban por sobre la parte lateral de sus tetas. Mis ratones imaginaban de todo a esa altura, mi pija saltaba dentro de mis pantalones de gimnasia, si ella se hubiera volteado hubiera visto inmediatamente mi erección.
    
    Continué con su espalda bajando hasta alcanzar su cintura, baje un poco su short, no mucho, pero lo suficiente para que se vea el inicio de su raya y masajeaba la zona.
    
    Solo quedaba su culo de su parte trasera, así que volví a las piernas y esta vez subí mas, abro un poco sus piernas para poder masajear la parte interna de las mismas, cada vez mas arriba, hasta que el movimiento de mis manos llegaba a tocar su concha mientras mis dedos sostenían firmemente sus piernas. El ser el short tan corto y cavado, desde donde estaba podía ver parte de los labios de su conchita y con mi mano los tocaba en los masajes.
    
    Le pregunte si no quería sacarse el short, para así le podía hacer masajes y pasar la crema por su cola. Ella accedió y me dijo, sácamelo así no me muevo. Por lo cual se lo baje y quite muy suavemente.
    
    Ahora tenía frente a mi su hermoso culo con esa tanga diminuta. Comencé a frotar con la crema sus glúteos en forma circular, luego con mis dedos gordos tomaba las nalgas y en el masaje las iba abriendo, pudiendo ver sus labios vaginales y también la sombre de su ano por debajo del hilo de la tanga.
    
    Comencé a sentir olor a sexo que emanaba de su concha, estaba seguro que se ...
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