1. Un día follando con Juan (Ricitos de oro).


    Fecha: 04/10/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... basurero. Antes de llegar a este, había una pista que iba a parar detrás de una especie de granja. Allí detrás de esa especie de granja, había un pequeño bosque donde poder aparcar el vehículo, sin que apenas fuese visto. Para ver el coche, había que meterse por aquel camino, sí o sí.
    
    Allí después de aparcar y apagar todas las luces del vehículo, nos pasamos para los asientos traseros.
    
    Empezamos metiéndonos mano y besando. Besarse con Juan, era y sigue siendo de las personas que más me excitaban, no se lo que tenía su boca y sobre todo su lengua, pero aquello era espectacular, siempre quedábamos con los labios hinchados y enrojecidos de tanto que nos besábamos y chupábamos.
    
    Mientras nos dábamos lengua, íbamos quitándonos la ropa uno al otro, hasta quedar desnudos por completo.
    
    Si yo estaba empalmado, Juan, no estaba menos, tenía una polla un poco más larga que la mía, Recta y bien formada, por supuesto ambos estábamos sin circuncidar. El prepucio ya dejaba asomar el glande sonrosado e hinchado, empezando a salirnos líquido preseminal, pringando la cabeza de nuestras pollas.
    
    Después de la sesión de besos y comida de boca que nos habíamos dado, Empezamos con un rico 69. Yo me puse por encima, quedando Juan abajo, empezando a saborear nuestras pollas.
    
    Mientras yo succionaba el glande a Juan, este empezaba a morderme el perineo y parte de atrás de los huevos, era algo que Juan, sabía que me gustaba. Me hacía estremecer haciendo que soltara gemidos, haciendo que yo succionara con más ganas su polla. Era algo que me volvía y sigue volviéndome loco. Ese punto, junto a los mordiscos en el cuello y nuca, son los lugares más sensibles de mi cuerpo, me hacen gemir y retorcer como una putita.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Empecé a gemir mientras me retorcía, teniendo que dejar de chupar la polla a Juan. Para para, le pedía, me vas a hacer correr. Pero el cabrón no paraba, el cabrón por encima empezó a meterme un dedo por el culo, haciendo que mis gemidos aumentaran.
    
    Después de dejarme a punto de eyacular, nos sentamos en el asiento, poniéndose él a horcajadas sobre mí. Mientras nos besábamos de nuevo, Juan, empezó a prepararse su culito, metía sus dedos en mi boca, llevándolos luego a su hoyito, lubricando y dilatando su entrada.
    
    Después de Lubricar y dilatarse el culo, mientras nos seguíamos comiendo la boca, cogió mi polla con su mano, la colocó en la entrada a su agujerito, y mientras se iba sentando sobre mi regazo, se iba introduciendo mi polla en el culo.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía introduciéndose mi polla en el culo.
    
    Empezó a cabalgar sobre mi polla, mientras seguíamos besándonos. Tenía un culito más tragón que el mío. Mis huevos pegaban en la entrada a su ano cada vez que mi polla entraba por completo en su culo, se abrazaba a mí comiéndonos ambos la boca, nos mordíamos los labios, metíamos la lengua succionándola uno al otro, mientras él cabalgaba como un poseso introduciéndose mi polla en el culo. Era un ritmo ...
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