1. Échale aceite a mi polla para que entre mejor en tu culo


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba con él en la cama era ella, mas si preguntaba podía fastidiar la cosa y mi idea era follarla esa noche. Aguanté las ganas de reír y le dije:
    
    -A mí las aventuras que conlleven riesgo no me van. Jamás hago el indio con mi mujer. Follamos sin florituras.
    
    -¿A lo pobre?
    
    Nunca había oído aquella expresión.
    
    -¿A lo pobre de qué?
    
    -El misionero y poco más. ¿No?
    
    -De eso nada, mi mujer cuando tiene ganas quiere el completo.
    
    -¿Qué quieres decir con el completo?
    
    -Correrse comiéndole el coño, correrse follándole el coño y correrse follándole el culo.
    
    -Por el culo no se corre ninguna mujer.
    
    -No te correrás tú. ¿Te das cuenta de que estamos hablando de nuestras intimidades?
    
    Era descarada cómo ella sola. Lo supe cuando me dijo:
    
    -¿De verdad que si follase contigo me harías correr dándome por el culo?
    
    No la quise engañar.
    
    -Todo depende.
    
    -¿De qué depende?
    
    -¿De si ya te dieron por el culo?
    
    -Sí, me dieron, pero en ningún momento sentí que me podía correr. ¿Tu mujer y tú no tenéis tabús?
    
    -No, nos hacemos de todo.
    
    -Seguro que nunca te la mamó mientras conducías.
    
    -No está tan loca.
    
    -Yo sí lo estoy.
    
    -¡¿Quieres mamármela mientras conduzco?!
    
    -Sí.
    
    -Te gusta vivir peligrosamente.
    
    -Gusta.
    
    Se quitó el cinturón de seguridad, se inclinó hacia mi lado, me quitó la polla, polla que estaba más blanda que el puré de patatas. La metió entera en la boca y comenzó a chupar. Poco a poco la polla fue cogiendo cuerpo... Al tenerla dura cómo una roca la meneó y me hizo una deliciosa mamada. Minutos después sentí que me venía y la avisé:
    
    -Me voy a correr.
    
    -Lo sé, sigue atento a la carretera.
    
    Mamó solo el glande y a medida que mi leche caía en su boca la fue tragando. Al acabar de correrme, guardando la polla me dijo:
    
    -Me debes una corrida.
    
    -¿Paro a un lado de la carretera?
    
    -No, me harás correr mañana por la noche.
    
    No hice preguntas.
    
    -¿Dónde vives?
    
    Me dio una dirección.
    
    -¿A qué hora quieres que vaya, Maca?
    
    -Después de las once de la noche.
    
    No podía dejar la cosa así.
    
    -¿No quieres un anticipo? Así sabrás de qué modo como el coño.
    
    -Si te empeñas...
    
    -Quique, mis amigos me llaman Quique.
    
    Paré el auto al lado de la carretera. Le di hacia atrás a su asiento, lo recliné, le levanté el vestido y le bajé las bragas. Las tenía mojadas de haberme hecho correr. Le dije:
    
    -Relájate y abre el coño para mí.
    
    Abrió más las piernas, abrió el coño con dos dedos y me dijo:
    
    -Todo para ti.
    
    Al abrir el coño vi sus jugos blanquecino dentro de él y también vi su clítoris fuera del capuchón. Lamí los jugos, sabían ácidos, luego lamí y chupé el labio izquierdo, después mi lengua entró y salió de su vagina media docena de veces... Lamí y chupé el labio derecho y a continuación volví a meter y sacar mi lengua de su vagina. Estuve haciendo esto dos o tres minutos, acto seguido lamí desde su periné hasta tu clítoris metiendo y sacando la lengua del ojete y de la vagina en el ...
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