1. Échale aceite a mi polla para que entre mejor en tu culo


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... le debió mandar una foto muy explícita, ya que le dijo:
    
    -¡Qué buena estás, putona!
    
    -¿Me lo comerías?
    
    Ya la había seducido.
    
    -Después de comérmelo tú a mí.
    
    Mi nuera sacó la polla del coño, lo dejó en la entrada, le quitó una foto a la polla, otra a su coño y se las envió. Volvió a meter la polla en el coño, le quitó una a sus grandes tetas y se la mandó, y para acabar se quitó una de la cara y también se la envió. Maca se debió poner perra al verlas, ya que le dijo:
    
    -¡Tienes un polvo brutal!
    
    -Tú sí que tienes un polvo brutal.
    
    -Te follaba hasta dejarte seca.
    
    -Y yo a ti hasta dejarte reseca.
    
    Me puse perro al oír cómo decía Maca:
    
    -¡Me voy a correr!
    
    Me puse aún más perro al oír a mi nuera decir:
    
    -Y yo.
    
    Mi nuera movió el culo a toda mecha de atrás hacia delante, y delante hacia atrás... Sintiendo cómo le llenaba el coño de leche se corrió en mi polla.
    
    -¡Me corro, golfa!
    
    Maca no dijo nada, fue cómo si le diera un chungo, ya que no volvimos a saber de ella.
    
    Mi nuera al acabar de correrse, sacó la polla del coño, me la puso en la boca y me dijo:
    
    -Cómemela que voy a pensar que me la come ella.
    
    Hay que joderse, le iba a comer el coño yo e iba a imaginar que se lo comía a Maca, pero cómo no sabía negarle nada, se la comí hasta que se corrió en mi boca mirando para una foto.
    
    Luego supe cuál era la foto con la que fantaseara, era una en la que Maca tenía la pelvis levantada, las piernas abiertas y mostraba el coño semi abierto y empapado.
    
    Tres meses después un hermano de mi mujer se rompió una cadera. Mi mujer y yo lo fuimos a visitar al hospital provincial y allí me encontré de nuevo a Maca sentada en una silla al lado de un enfermo.
    
    En fin, que al quedarse mi mujer allí Maca volvió a su casa en mi auto, ya que, según me dijo, había ido al hospital en autobús.
    
    Ya había oscurecido cuando salimos del hospital. En el aparcamiento, me dijo:
    
    -A su edad tu cuñado va a tardar en recuperarse.
    
    -Ese con el que estabas también.
    
    -Sí, y todo por hacerse el gallo.
    
    -¿No se cayó por las escaleras?
    
    -¿Sabes guardar un secreto?
    
    -Mejor que nadie.
    
    -Se rompió la pierna haciendo el salto del tigre.
    
    -¿Se tiró desde un armario a la cama?
    
    -Eso del armario debe es una leyenda urbana. Si alguien se tirase desde un armario espachurraría a la mujer que pillase debajo.
    
    -¿Entonces desde dónde se tiró?
    
    -Desde la mesita de noche. ¿Quieres saber qué pasó?
    
    Desde luego que lo quería saber.
    
    -Sí, cuenta.
    
    -Pues estaban jugando. Él le dijo a su mujer que se pusiera al revés en la cama y que se abriera de piernas. Se subió a la mesita de noche y cuando iba a saltar resbaló. La consecuencia fue que le clavó la nariz en el coño de su mujer, dio un bote en la cama, se cayó al piso y se rompió una pierna por tres sitios.
    
    No sabía que parentesco tenía con el enfermo, si es que tenía alguno, pero cómo la mujer del accidentado no estaba allí y sabía tan bien la historia, me imaginé que la que ...
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