1. Un grato encuentro durante un viaje (Parte 2)


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Gays Autor: LadyLeggins, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¡Dame más papi!, ¡Dame duro! -le respondí.
    
    -¿Más duro?
    
    -¡Sí!, ¡Dame más papito! y ¡Dame más duro por favor!
    
    -¡Uhm! -alcanzó a gemir
    
    Sus caderas respondieron muy bien a mis peticiones y solo me dejaba coger por ese macho que resultó ser un gran semental. Entonces bajó un poco el ritmo, usando sus manos me dobló las piernas mientras él se inclinaba hacía mi y me empezó a embestir de nuevo suavemente mientras el comenzó a girar hacia los lados, yo sentía bien rico como esa verga me llegaba a cada rincón y como mi culito le respondía con gusto.
    
    Dejó de girarse y ahora tomó mis piernas así dobladas por mis rodillas e hizo que me girara a mi derecha, mi culito quedo aún más abierto y a toda disposición de mi macho, me puso a mil esa posición y más enloquecí cuando empezó a embestirme fuerte mientras me decía:
    
    -¡Así se te ve más bonito el culo!
    
    Estaba loca y entregada a él sin reservas, empecé a gemir con fuerza, mis manos apretaban con fuerza las almohadas mientras me concentraba en abrir bien las nalgas y parar el culo para entregárselo a mi macho, me concentraba en mantener mis caderas firmes y duras para aguantar sus embestidas, no pasó mucho tiempo cuando empecé a sentir que mi cabeza alcanzaba la cabecera, así que aproveche para usar mis brazos y empujarme contra el con todas mi fuerzas, al notar esto bajo un poco el ritmo y me ayudó jalándome de las caderas para mantenerme bien ensartada.
    
    Aprovechó esta ligera pausa, tomó un poco de aire mientras sus manos hacían que me girara de nuevo, igual que antes con las piernas dobladas, pero ahora me hizo girar hacia mi izquierda, culito bien parado y abierto. Empezó de nuevo a embestirme suave pero conforme aumentaba el ritmo su respiración se hacía más agitada lo que me hizo notar que no tardaría en soltarme toda su leche. Así que me adelanté a pedírsela y le dije:
    
    -¡Vente papito!, ¡Dame lechita papi! ¿Sí?
    
    La única respuesta que tuve fueron los empujones de verga más fuertes de esa noche, y los más placenteros también. De mi parte apreté el culito y empecé a menearlo para acariciarle la verga y darle todo el placer posible a mi macho, después de unos minutos soltó un fuerte gemido de placer y sentí como su verga se ensanchaba y se contraía mientras su leche me llenaba toda de un inmenso placer.
    
    -¡Ay!, ¡Que rico papi! -le dije.
    
    -¡Uhm!, ¡Si… que rico culito tienes!
    
    -¡Me encantó la cogida que me diste! ¡Me volviste loca!
    
    -¡Uhm, tú también estuviste maravillosa!
    
    Nos duchamos rápidamente, nos despedimos con varios besos y a pesar de mi insistencia en que se quedara esa noche me dijo que no podía, pero que a la noche siguiente que ya era viernes se quedaría conmigo el fin de semana, acepté y le di otro beso para despedirlo y esperar nuestra siguiente noche… 
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