1. Un grato encuentro durante un viaje (Parte 2)


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Gays Autor: LadyLeggins, Fuente: CuentoRelatos

    Después de nuestro primer encuentro en la alberca, comenzamos a enviarnos mensajes, en esos primeros mensajes me enteré que se llamaba Esteban, que tenía 29 años, que trabajaba en un lugar en el que se dedican a hacer prensas para autos, la verdad ni idea, pero ese era lo de menos, lo importante era que estaba guapísimo y habíamos tenido una sesión de sexo muy rica, en fin, ya saben los generales, igual le compartí de donde era, que estaría ahí por un par de semanas y que el motivo de mi estancia era implementar unos cambios en un sistema informático ya que nuestro cliente la ha ido bien y necesitaba ampliar un poco su plataforma.
    
    En fin, me comentó que por su trabajo iba a estar saliendo tarde, de cualquier forma yo seguí visitando la alberca en las últimas dos horas que eran de 6 a 8 de la noche, finalmente dos días después me envió un mensaje diciendo que podíamos ir a cenar a lo que accedí muy ilusionada de verle de nuevo, quedó de pasar por mí al hotel a eso de las 7:00, ese día por supuesto que tuve que suspender mi sesión de natación así que me apure a ducharme y estar lista cuando él llegara.
    
    De camino al restaurant, la plática fue un tanto ligera ya saben, aprovechamos para terminarnos de conocer. Ya en el lugar que estaba a casi 40 minutos, un poquito lejos, pero valió la pena ya que es un restaurant bastante agradable, me encantó la decoración de las mesas, el arreglo que tenían de las servilletas, en fin, le daba un ambiente muy romántico. La cena estuvo riquísima, él ordenó algo para compartir, botella de vino tinto la chica que nos atendió prendió un par de velitas que estaban en el arreglo al centro de la mesa y yo estaba encantada. Durante la cena me comentó que él tampoco era de esa ciudad pero que la visitaba con frecuencia porque era una sucursal más y que a él lo enviaban para supervisar un poco. En fin, ninguno de los dos estaba en una relación y acordamos que aprovecharíamos el tiempo y la fortuna de habernos conocido.
    
    Durante el camino de regreso ya un poco con más confianza recargué mi cabeza sobre su hombro como toda una damita enamorada, me sentía un poco nerviosa, pero al final decidí preguntarle si aceptaba pasar a conocer mi habitación, a lo que él respondió:
    
    -¡Claro cariño!, dijimos que tenemos que aprovechar el tiempo.
    
    -¡Perfecto! -le dije- porque la cena estuvo muy rica y todo, pero yo tengo ganas de un postre de arroz con leche que no veas, ¡eh!
    
    -No te preocupes, traigo suficiente para dejarte más que satisfecha
    
    Para esto yo ya le venía masajeando la verga que no tardó en despertar y en ponérsele bien dura. No pude resistir la tentación de aflojar su cinturón para poder desabotonarle el pantalón y bajarle la cremallera.
    
    -¡Uhm!, estaba ya que ya no te cabía dentro del pantalón cariño.
    
    -¡La verdad si! -respondió- Gracias por el masajito, lo acaricias bien rico.
    
    Noté entonces que el siguiente tramo de carretera era recto así le pedí que levantara un poco las caderas y me ayudara a bajar ...
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