El nuevo vecino - Relatos Eróticos

El nuevo vecino

¿Qué tal, mis niños? Espero que este teniendo una gran noche, le voy a contar sobre un nuevo vecino que llegó hace poco a mi unidad. Esta historia comienza una noche de aburrimiento un lunes que me tocaba descanso del trabajo, estaba buscando porno para darme una buena jalada de reata -desde que empezó este año siento que en el 2021 abuse mucho del sexo con todas las orgias que tuve durante ese año, aunque no fueron tantas jeje- el punto es que la chaqueta no me quitaba lo caliente y estar metiéndome dos dedos por el culo no ayudaba, así que procedí a abrir Grindr y buscar a alguien que me prestara su culo para dejarlo preñadito. Durante mi búsqueda encontré a una posible victima muy cerca de mi ubicación y ¡sorpresa! Era vecino mío.

Le mande un par de mensajes y concretamos que subiera a mi depa para echar un rato de pasión y llegó a los 10 minutos, cuando llegó nos pusimos a platicar un rato cuando, ya entrados un poco en los besos empezó a sacar su kit del disfrute que consistía en su pipa de cris, poppers y un gotero que no me dijo que era. Seguimos fajándonos un rato, el manoseándome por todos lados y sentí como comenzaba a rozar un fierrote en mis nalgas, yo estaba en pose de misionero con mis pants puestos sintiendo como restregaba su verga la cual se sentía grande y gruesa.

Me separe de el y supe en ese momento que el culito que se iba a usar para dar placer era el mio, así que lo aventé a la cama y ahora era yo el que estaba encima de él, pero no para tratar de penetrarlo o se rosarlo como él me había hecho, sino para comenzar a quitarle su playera y ropa interior para comenzar a mamar su miembro, fácilmente le media unos 18 cm pero era sumamente grueso, comencé a pensar que iba a ser difícil que eso entrara en mi culo pero ya había recibido cosas más grandes así que sabia que, aunque me iba a romper, me iba a dar mucho placer.

Rápidamente comencé a quitarme rápidamente mi ropa y deje a la vista mi cuerpo acompañado de un calzón que solo cubría mi miembro totalmente erecto y en medio una gran mancha de líquido preseminal. El comenzó a masajear todo mi cuerpo incluyendo mis nalgas y rozando con sus dedos mi ano el cual palpitaba con cada roce que sus dedos le daban. Comenzaron los fumes, el de cris y yo de mota, aunque en muchas ocasiones nos aventábamos el humo mutuamente. Los besos siguieron cuando estábamos llegando a la nota, tocándonos todo el cuerpo mutuamente y gimiendo de placer, sobre todo cuando se volvió a acostar y yo me puse sobre de él, haciendo un delicioso 69 donde el me devoraba el culo y me penetraba con su lengua, y yo le daba la que -por lo menos yo pensé- era mi mejor mamada.

El se dedicaba a darme nalgadas mientras me comenzaba a meter su dedo índice por mi colita, dando pequeños giros dentro de mi culo que me iban aplastando la próstata haciendo que gimiera con su verga dentro de mi boca, de la nada tenía ya dos de esos dedos, dolía un poco pero con una inhalación de poppers el dolor desapareció poco a ...