1. ¡Tienes una hermosa verga!


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Con cierta desconfianza entro y me recibe una mujer muy madura, quizá igual a mi edad, unos 50 años y me pregunta con un acento quebrantado en inglés, si quiero un masaje de media o una hora. Le pago la cuota de una hora y me hace esperar en una pequeña sala donde escucho música instrumental de fondo. A los minutos llega la misma mujer y realmente no entendí lo que decía y le contesté pensando que me preguntaba si yo era latino. Pero creo que me preguntaba si deseaba una chica latina o asiática para el masaje. Resulta que a los minutos apareció una chica latina y me dio el nombre de Jessi.
    
    Le calculé de unos 28 a 30 años, de rostro alargado, cabello castaño y de una altura de no más de un metro y sesenta y cinco. Usaba una bata azul como las que usan los médicos o enfermeras y podía ver una blusa blanca detrás de la bata y usaba unos tenis también de color blanco. Verdaderamente tenía unas facciones atractivas pero lo que más me llamaba la atención, era un lunar por sobre el labio superior que le hacía ver muy sensual. Su sonrisa era melosa y con un acento hispano que no pude identificar su origen me pidió a que pasara a una especie de baño y me pidió que me desvistiera y me acostara en una especie de cama. Me desnudé totalmente y acostado esta chica me ha bañado y restregado delicadamente mis partes íntimas. Me asiste a secarme y me pide a que pase a un pequeño cuarto donde hay una cama de las que se usan para dar masajes.
    
    Me asiste a acomodarme en la camilla y me pide que me acueste sobre mi estómago, me pone una toalla para cubrirme las nalgas y me pone unas lámparas de calor y me deja a solas por unos cuantos minutos. Luego Jessi vuelve a aparecer, veo como se remueve su bata y queda con solo una blusa blanca y unos pantalones cortos donde me deja apreciar unas bonitas piernas y ahora si puedo ver que tiene un bonito trasero y que tiene también un busto agradable para la vista de cualquier hombre. Me llama por mi nombre y me pregunta:
    
    -Tony, ¿prefiere un masaje penetrante o delicado? O, en otras palabras, ¿lo prefiere fuerte a los músculos o solo toques sobre su piel?
    
    -Lo normal… ni muy fuerte ni que pase desapercibido el masaje. -le he contestado.
    
    -También tenemos el masaje de cuerpo a cuerpo, pero eso tiene un costo adicional.
    
    -Y eso… ¿Cómo es?
    
    -Bueno, además del masaje normal, yo solamente me quedo en mis pantis y en ciertos pasajes del masaje usted sentirá el calor de mi cuerpo sobre el suyo. Es un masaje más íntimo. -me dijo.
    
    Jessi se refirió al masaje en su término asiático y el costo extra eran otros ochenta dólares, a lo cual acordé a pagarlos. Ella se quitó la blusa y su sostén y luego se bajó el pantalón corto y se quedó solo con su tanga de color turquesa y comenzó con el masaje sobre mi espalda. Quizá pasó unos veinte minutos en un masaje que comenzó en mi cuello y se extendió hasta los dedos de mis pies y de repente sentí como Jessi se subía a la camilla, removió la toalla de mis nalgas y se acostó sobre ...
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