1. Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 14


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Gays Autor: Futb2022, Fuente: TodoRelatos

    ... casa, notaba mis manos cansadas del trabajo. Le di unas últimas pasadas a las plantas de los pies.
    
    Me sorprendió que no me contestara, siempre había sido educado conmigo, me giré. Esta vez, si que me crucé la mirada con el. No era la que esperaba, ni la que pudiera imaginar viniendo de Pedri.
    
    Si me lo estaba pidiendo era porque había visto en mi, esa discreción que el tanto apreciaba. Podía irme, estaba seguro que no pasaría nada. Podía decirle que se estaba confundiendo. Podía mentirle y decirle que, no me iban los tíos, o incluso que no me atraía. Podía decirle que estaba con Eric o que el le estaba traicionando a Gavi. Podía decirle muchas cosas, pero la verdad era que a mi también me ponía mucho la situación.
    
    Me moví. Me giré y me puse junto a sus caderas. Seguía pensativo. Sabía que el me estaba mirando. Pedri, sabía que mis dudas eran reales. Aproveché, ahora si, para contemplar aquellos gentiles, que en ese momento ya había decidido chupar.
    
    Pedrí había dejado de jugar con ellos, sabiendo que estaba más cerca de lo que anhelaba. La polla, medio morcillona, había quedado sobre su pubis rasurado. Era mediana, bastante proporcionada en grosor y longitud. De un color tirando a pálido, como el resto del cuerpo del canario, una peca aparecía cerca de la base. No estaba circuncidado y por la forma en la se recogía el prepucio, no parecía que tuviera problemas de fimosis. Lo que no seguía esa proporción, casi perfecta, eran los huevos. Eran gordos y colgaban dentro de un escroto, también, perfectamente rasurado.
    
    Fue entonces, y con mucha delicadeza, cuando agarró mi muñeca y acercó mi mano derecha a su polla. La palma de mi mano, manchada aún de aceite, sintió el contacto del miembro de Pedri. Os diré que yo en ese momento, ya estaba completamente duro. Eran movimientos sutiles, despacio, la piel era suave y fina. El me miraba, con una media sonrisa.
    
    No tenía mucho sentido seguir con ese juego absurdo. Cerré mi mano sobre el tronco, en ese momento la suya me soltó. Era la primera vez, sin contar a Eric, que realmente tenía relaciones con un tío, estando completamente sobrio.
    
    Me gustaba la sensación de disfrutar despacio, sin prisas de aquella polla. El aceite facilitaba el deslizamiento de mi mano. Sentía como se hinchaba y se endurecía.
    
    No quería que se pusiera duro tan rápido, pero por otro lado, sabía que aquello iba a ser una simple mamada. No le iba a besar, no iba sobar aquel cuerpo, y Pedri tampoco me iba a dar ningún tipo de placer. Simplemente, aquel chaval de 19 años quería correrse después de una sesión de masaje. Realmente me sentía raro, pero yo estaba duro.
    
    Moví la mano, y aunque no me lo había pedido, acaricié despacio el escroto. Jugué con los huevos. Realmente eran bastante gordos, todavía estaban relajados y podía sentirlos perfectamente. O estaban muy llenos o realmente eran bastante grandes. Mientras lo hacía, miré a Pedri. Aquella sonrisa, mostraba que le gustaba lo que sentía.
    
    Le agarré los ...
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