1. Entrevista laboral


    Fecha: 12/09/2024, Categorías: Gays Autor: edulopez2732, Fuente: CuentoRelatos

    ... la otra mano diciéndome “Sagrado y muy lindo”.
    
    De pronto me apoya y me empieza a respirar por el cuello, susurrándome al oído, diciéndome que tenía muchas posibilidades de pasarla bien con él, mí cuerpo era muy lindo.
    
    Me seguía apoyando y de apoco sus manos empezaron a pasar por mi cintura, mis nalgas, mi cuello, una adelante acariciándome el bulto y la otra agarrándome una nalga.
    
    Una de sus manos desabrocha el pantalón y se mete en busca de mi pene, muy erecto y caliente, la otra mano baja por mis nalgas, tocándome, mi pantalón empieza a bajar, luego mi bóxer, estoy parado semi desnudo, erecto y con un desconocido que me está calentando como nadie.
    
    Me saco la camisa, ahora si estaba desnudo, el con ropa, pasándome la lengua por mi espalda, tocándome la cola con sus manos y masturbándome, freno y le digo que quería pasar al baño, entro y me lavo mi cola y mi pene, por las dudas, salgo y él estaba sentado en el sillón de la oficina, esperándome, me acerco y me siento tímido y con ganas de todo. Por suerte la luz era tenue ya, y no me podía ver toda la cara de vergüenza, pero estaba caliente, quería probar todo.
    
    Llego el beso, raro, había besado a un vecino una vez y nada más, me gusto y seguí, hasta que me empezó a chupar mi pene, suave y con placer, lo saboreo entero, lo metió en toda la boca, mi cuerpo ya estaba entregado, de pronto me empieza a tocar el agujero con un dedo, húmedo por su saliva jugando con mi parte más sagrada, de pronto se abre, permite que su dedo entre, mi placer era altísimo, un dedo adentro y me la estaba chupando.
    
    Se para y le saco la ropa de a poco, su pene era lindo, el tamaño justo para mi cola bastante virgen todavía, al querer sentarse le digo que espere, lo empiezo a saborear yo, a tragarme toda su carne, hasta la garganta, con la legua jugaba y después le escupía, tragaba y salía, así un rato, estábamos desnudos los dos, nos frotábamos, nos besábamos, el cuello, el pene, la espalda, las nalgas, me dio vuelta y me empezó a chupar la cola, el agujero, su lengua era larga y sabía lo que hacía, estaba todo entregado, mi cuerpo relajado al compás de su sabiduría, su pene estaba muy erecto, grande, rico, se puso su preservativo y lo baño en vaselina, siguió chupándome mi cola, mis partes, hasta que me pidió que me agachara y empezó a montarme, despacio, su pene fue entrando en mi cuerpo, abriéndose camino entre la inocencia y el placer que todo me generaba, su oficina era un hotel ahora, no había más entrevista, solamente nosotros dos haciendo el amor. Estuve en cuatro patas durante un buen rato, ya mis gemidos eran fuertes y alguien se paró en la puerta, pero siguió su camino.
    
    Después me levanto como un macho en celo y me tiro en el sillón, me levanto las piernas y las coloco en sus hombros, mi cola estaba completamente abierta, dilatada y lista para una última vuelta a toda velocidad, era un fórmula uno, pegando sus huevos contra mis nalgas, el ruido encantador del placer, esa sopapa que se genera ...