1. Javiera, mi sobrinita juguetona


    Fecha: 11/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Pastel de fresa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... los ojos, pero ya no era la pequeña sobrina, era una mujer decidida.
    
    Yo me quedé un momento mudo, ya que no sabía que estaba pasando. Me costó asumir lo que acababa de escuchar. Cuando recuperé el habla dije:
    
    — Ehh… bueno… -No sabía si me estaba bromeando. Le lancé un besito al aire, como le había hecho hace unos minutos en el almuerzo.
    
    — Así no tió. Tiene que ser un beso mejor.
    
    — ¿Y como es eso? -Dije aún sin entender.
    
    Me hizo un gesto para que me agachara, y quedara al nivel de su altura, mientras ella giraba un poco la cabeza y me ofrecía su mejilla. Yo me agaché y le di un torpe beso en su mejilla. Era extraño lo que estaba pasando, no tenía sentido, pero aún así, ahí estaba yo, dándole un beso sin motivo. Me quedé agachado esperando su reacción. Ella giró su cabeza y dijo:
    
    — Pero esos besos son aburridos, tío. A mi me gustan así.
    
    No se como lo hizo, pero agarró mi cabeza, y me dio un beso en plena boca. Yo quedé paralizado, sin reacción. El beso había sido sólo un topón, pero aún así no supe que hacer. Ella separó su boca de la mía, me miró a los ojos, y volvió a acercar su boca, sólo que esta vez su boquita venía entreabierta hacia la mía. Cuando llegó a mi boca y juntamos nuevamente los labios, comenzó a mover su lengua sobre mis labios, como buscando un beso más erótico. Con ese hecho, caí en su juego. Comencé a besarla sin tapujos. Mi lengua entraba en su pequeña boca, jugueteaba con la suya, mientras nuestros labios se abrían y cerraban, y nuestras cabezas giraban de lado a lado. La tomé de la cintura y la atraje a mi fuertemente, mientras ella tomaba mi cabeza con sus manitos y nos seguíamos besando apasionadamente. Ella aprendía rápidamente. Sus besos iban mejorando a medida que nos besábamos. En un momento le dije:
    
    — Saca tu lengua.
    
    Ella lo hizo. Era pequeñita y rosadita. Comencé a jugar con la punta de mi lengua, lamiendo la punta de la suya rápidamente, de arriba a abajo. Ella comprendió el juego y me siguió la corriente. Estuvimos compartiendo besos calientes mucho tiempo, que para mi fue una eternidad. Javiera comenzó a jadear despacio, se estaba excitando, y yo también. Estaba más erecto y duro que nunca. Mi mano derecha, que había estado en su espalda todo este rato, comenzó a bajar lentamente. Llegué a su pequeño culito, y por encima del pantalón le masajeaba una nalguita. Me estaba excitando demasiado. Comencé a besarla metiendo mi lengua cada vez más adentro de su boca.
    
    — Ay tío… -Dijo entre suspiros.
    
    Mi mano estaba subiendo por su culo para entrar por debajo del pantalón, cuando escuchamos desde el comedor:
    
    — ¡JAVIERAAAAAA! ¡VEN POR FAVOR A JUGAR CON BENJAMÍN! -Al parecer el pequeño primito de ella se estaba aburriendo y era un poco inquieto.
    
    Nuestras bocas se separaron bruscamente, sonando como un chupón baboso. Ella me miró y se fue corriendo. Pude notar antes que se fuera, que sus mejillas estaban adquiriendo un colorcito rojo. Estaba excitada la pequeña. Yo me quedé ahí parado, y ...